La ciudad de Orense también se suma a la política del cheque-voto a las puertas de las elecciones municipales. El alcalde de la localidad gallega y líder del partido Democracia Ourensana, Gonzalo Pérez Jácome, ha puesto en marcha una controvertida medida de gasto orientada a "volver a meter la gente en los comercios".
Concretamente, estamos hablando del "bono comercio" aprobado por el Ayuntamiento, el cual otorga un cheque de 100 euros a cada vecino para que lo gaste en el comercio y la hostelería local. Inicialmente, el consistorio presentó la medida como una forma de incentivar el consumo durante las festividades navideñas, pero los retrasos en su gestión han llevado a que finalmente entre en funcionamiento este mismo mes de abril.
Tan solo en el primer día de implantación, el pasado lunes 10 de abril, el sistema puesto en marcha por el consistorio colapsó tras recibir unas 3.000 solicitudes en 30 segundos, mientras que en las primeras 4 horas ya se ha se habían descargado cerca de 20.000 bonos, correspondientes al 20% del censo. Tras el ansia de los ciudadanos por obtener su cheque, la administración local lanzó un comunicado asegurando que "no es necesario tener prisa porque habrá bonos suficientes para todos", y auguró que la paga será pronto solicitada por hasta el "80% del censo".
En cuanto a la operativa del cheque, este tendrá vigencia hasta el próximo 31 de mayo, si bien podrán expedirse hasta el día 29 de ese mismo mes. El bono funciona como un monedero, pudiendo ser usado en uno o varios comercios, mientras que su importe se irá reduciendo hasta su agotamiento. Además, podrá ser utilizado en todos los establecimientos adheridos al programa, los cuales pueden registrarse hasta el 22 de abril.
En suma, el consistorio orensano prevé abonar 10 millones de euros en esta política de estímulo, de forma que el Ayuntamiento forzará a gastar en los comercios locales –y no en grandes superficies u otros negocios que estimen oportunos los vecinos– esta cantidad de recursos del presupuesto municipal, sufragado por los contribuyentes orensanos. Además, el alcalde ha asegurado que, a futuro, este sistema podría "convertirse en un clásico y mantenerse con una cantidad más pequeña".