En una vuelta de tuerca más a las declaraciones desde el Gobierno contra las grandes empresas, la vicepresidenta segunda Yolanda Díaz, inmersa en su autopromoción electoral, ha avisado de que no se conforma con los, ha dicho, "ligeritos" impuestos actuales a empresas y grandes rentas.
En un acto del PCE con CCOO y UGT, ha tachado de "indignidad" que grandes corporaciones no mejoren los sueldos de su plantilla pese a registrar, ha dicho, "beneficios groseros", con márgenes empresariales que se "han multiplicado hasta por siete".
También ha defendido la necesidad de aplicar una reforma fiscal en profundidad, es decir, una subida de impuestos, que acabe con los "privilegios fiscales" del país, dado que no se conforma con tener impuestos temporales y "ligeritos" a las grandes rentas y patrimonios.
En su intervención, también ha llamado a movilizarse con "esperanza" y "alegría" en las manifestaciones del 1 de mayo, en las que volverá a participar, y ha pedido a sindicatos y la patronal que den una "esperanza" y logren un acuerdo de mejora salarial.
España, ha dicho, será un país mejor con salarios más dignos, y que para acabar con las desigualdades o situaciones de "vergüenza" como universitarios que abandonan su carrera por motivos económicos, es necesario reformar un sistema laboral "injusto" que hace, por ejemplo, que el 85% de la recaudación del IRPF recaiga en las rentas del trabajo. No ha apuntado, no obstante, la posibilidad de bajar dichos impuestos a los trabajadores.
La titular de Trabajo ha dicho que esa es la forma de evitar que el Estado sea "débil" y también ha apostado por mejorar la jornada laboral con el objetivo de facilitar que las personas tengan más tiempo para los cuidados.