La radiografía del negocio de las renovables en Aragón se resume rápido: un grupo, Forestalia, ha conseguido el predominio total con dos vías de captación de concursos para nuevas plantas solares y, principalmente, eólicas. La primera vía es la del Gobierno regional del recién derrotado, el socialista Javier Lambán. La segunda, las concesiones procedentes del Gobierno nacional, con una captación de un 94% de los nuevos proyectos.
El resultado es un brutal entramado de casi 850 sociedades de uno de sus empresarios de máxima cercanía –Fernando Samper, el responsable de Forestalia– con la colaboración de una de las familias de máxima cercanía al aún presidente Pedro Sánchez –la familia de la diputada nacional Susana Sumelzo–. La clave en este reparto ha estado en el pitufeo –fraccionamiento de grandes extensiones en parques pequeños– de las concesiones de los permisos de implantación de los parques de paneles solares o molinos. Algo que ha permitido que un empresario que antaño se dedicaba al negocio del cochino haya accedido a las licencias pese a tener, inicialmente, una menor capacidad financiera que las grandes energéticas.
Además, al pitufear los terrenos, la concesión ha caído mayoritariamente en manos de Lambán –por debajo de 50MW los parques son de control autonómico, no nacional–, que ha podido dirigir los planes de implantación de renovables.
Fernando Samper ha sido el gran beneficiado por la lluvia de permisos verdes. La familia Sumelzo –muy ligada al socialismo de esta región– ha jugado, por su parte, un papel de intercambio de administradores con los Samper en más de 20 sociedades: en concreto, a través del hermano y primo de la diputada de máxima confianza de Pedro Sánchez, Susana Sumelzo. Todo un negocio que, a partir de 2019 y coincidiendo con un cambio de consejero en el Gobierno socialista de Lambán pareció llegar a una curiosa división de las áreas de negocio y ganancias: los Sumelzo se centraron más en lo solar y los Samper en lo eólico.
Pero Forestalia no es un grupo normal. Cada parque renovable está constituido en una sociedad específica, algo que le permite vender posteriormente el proyecto, una vez asegurado administrativamente, a una empresa energética potente y que se dedica de verdad a la generación de electricidad. Con este mecanismo, la maraña de sociedades ha acabado estando compuesta por nada menos que 850 empresas. Pero esa técnica, además, ha contado con un gran aliado: el Gobierno del ya derrotado Javier Lambán, que fraccionado grandes extensiones en parques más pequeños para saltar el control de impacto ambiental del Ministerio y que la evaluación del Impacto en la naturaleza lo realice el Gobierno de Aragón, a través del INAGA y de las Consultoras externalizadas controladas o influenciadas por Forestalia, como ya ha publicado Libertad Digital.
La competencia para realizar la Evaluación de Impacto ambiental depende del Ministerio para proyectos superiores a 50 MW. Por debajo, dependen del Gobierno autonómico.
Pues bien, el mapa que hoy publica este diario es el ejemplo vivo de cómo se ha troceado el terreno para permitir este pitufeo y acceso a parques más pequeños. Porque en los proyectos de los parques de potencias de hasta 49,9 MW la evaluación ambiental depende del Gobierno de Aragón (INAGA y Consultoras).
Las siguientes resoluciones lo reflejan con claridad. El 21 de diciembre de 2022, el Instituto Aragonés de Gestión Ambiental, formuló "la declaración de impacto ambiental de la evaluación de impacto ambiental del proyecto de parque eólico Canteras IV". Era de 38 MW y aféctala a "los términos municipales de Tosos, Villanueva de Huerva y Longares (Zaragoza)".
El 24 enero de 2023, por su parte, se publicitó el anuncio "del Servicio Provincial de Industria, Competitividad y Desarrollo Empresarial de Zaragoza", por el que se sometía "a información pública la solicitud de autorización administrativa previa y de construcción del proyecto Parque Eólico Canteras V". Era de 41,8 MW. El 15 de febrero de 2023 vuelta con lo mismo para el proyecto Parque Eólico Henar lI, de 49,4 MW. O el 16 de febrero de 2023, de nuevo, para el proyecto Parque Eólico Henar III, de 49,4 MW.
Perfectamente medido para que todo sea controlable desde Aragón.