La crisis ocasionada tras pandemia ha destapado muchas de las vergüenzas del Servicio Publico de Empleo Estatal (SEPE), organismo que se ha visto desbordado, entre otras cosas, por el aumento de los ERTE.
Pero la hecatombe sanitaria no ha sido ni mucho menos la única ni la mayor fuente de preocupación sobre esta entidad dedicada a desarrollar la política de empleo del Gobierno, incluyendo la atención a los parados en materia informativa, formativa y de subsidios. Porque lo cierto es que, como viene explicando Libre Mercado, el SEPE no es capaz ni de colocar a más del 4% de los parados en España, mientras que la mitad de las ofertas que publica se quedan sin cubrir. Todo ello en el país con mayor tasa de paro de Europa.
Esta habitual inefectividad en la ayuda a los parados, sumado a la coyuntura de la pandemia –con ERTE sin pagar, ERTE pagados de más, largas listas de espera e incluso ataques y errores informáticos– han dejado a los servicios del organismo como unos de los que más quebraderos de cabeza causan a la ciudadanía. Las causas de esta problemática son diversas: por un lado, los funcionarios del SEPE resultan insuficientes, especialmente cuando se dan picos de trabajo. Y por el otro, los estándares tecnológicos que utiliza el organismo parecen no estar a la altura de las necesidades del siglo XXI.
Es por ello que el Ministerio liderado por Yolanda Díaz preparó en el año 2022 dos licitaciones para mejorar los sistemas tecnológicos e informáticos del SEPE, con soluciones basadas en la tecnología SAP e IBPM.
La primera de ellas fue adjudicada este mes de abril a la consultora Deloitte, a quien ha sido encomendada la tarea del "desarrollo e implantación de soluciones sobre tecnología ERP SAP que resultará en un nuevo sistema de gestión del ciclo de vida de las Prestaciones por Desempleo". La compañía se hizo con el contrato al presentar la mejor oferta, que asciende hasta los 8,2 millones de euros, antes de impuestos, y que pagará el Estado con cargo a los fondos de recuperación europeos.
Lo sorprendente de esta adjudicación es que se realizó apenas semanas después de que el ministerio de Yolanda Díaz iniciara una macrorredada a las compañías big four, incluida Deloitte, para evaluar el cumplimiento del sistema de control horario aprobado por el Ejecutivo. Una inspección que la ministra de Empleo ejecutó como parte de su persecución a las grandes empresas de servicios profesionales. De esta forma, el Ministerio, a la par que critica y acorrala a estas compañías, se ve obligado a recurrir a ellas para solventar de una manera eficaz y competitiva las carencias tecnológicas de la Administración.
Asimismo, al contrato millonario a Deloitte su suma una segunda adjudicación en materia tecnológica, otorgada en este caso a la dupla Capgemini-Babel. Este contrato tiene como objetivo el "desarrollo e Implantación de soluciones sobre tecnología iBPM para Formación, Empleo, Prestaciones y Gestión Interna", y se ha colocado por un importe de 10,3 millones de euros, antes de impuestos.