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La gran farsa de Calviño al hablar de la "ola populista" que recorre Europa y España

Los indicadores muestran que el populismo ha tocado techo y, en cualquier caso, fue el PSOE quien metió en el gobierno a Podemos.

Los indicadores muestran que el populismo ha tocado techo y, en cualquier caso, fue el PSOE quien metió en el gobierno a Podemos.
La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Economía, Nadia Calviño | EFE

La vicepresidenta del gobierno de España y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha alertado recientemente de la "ola populista" que, en su opinión, "está recorriendo Europa". Según la dirigente socialista "no es momento de mirar hacia otro lado" ni tampoco de "cambiar de rumbo en la política económica para volver atrás".

Las palabras de Calviño, pronunciadas en un evento organizado por Cinco Días, constituyen una referencia implícita al auge político de Vox. A las puertas de las elecciones generales del próximo 23 de julio, el Ejecutivo se ha volcado en criticar los acuerdos del PP con la formación que preside Santiago Abascal, denunciando que suponen un retroceso democrático.

¿Qué nos dicen los datos? Aunque Calviño habla de una "ola populista que recorre Europa", lo hace solamente con la mirada puesta en los partidos de derecha radical que han cobrado fuerza en los últimos años.

Sin embargo, no hay que olvidar que, hace menos de una década, el Viejo Continente fue testigo de la irrupción de numerosas agrupaciones políticas de extrema izquierda y discurso populista. Fue el caso de Podemos (España), Syriza (Grecia), Francia Insumisa (Francia), Bloque de Izquierdas (Portugal), Movimiento 5 Estrellas (Italia) o La Izquierda (Alemania). ¿Qué ha dicho Calviño al respecto? Nada.

Se da la circunstancia de que Podemos es el único de los partidos mencionados anteriormente que ha "tocado poder". Merced al pacto suscrito con los socialistas en 2019, la formación comunista creada por Pablo Iglesias pasó a asumir responsabilidades de gobierno. De modo que, cuando Nadia Calviño habla de una "ola populista que recorre Europa", parece ignorar la responsabilidad de su propio partido a la hora de abrir las puertas de las instituciones a una formación populista y antisistema.

Los Índices de Populismo desmienten a la vicepresidenta

Por otro lado, los informes dedicados al fenómeno populista ponen en cuarentena el discurso de Calviño. El politólogo Andreas Johansson Heinö, del prestigioso think tank sueco TIMBRO, elaboró en 2017 y 2019 un Índice de Populismo Autoritario que describió el auge de este tipo de partidos políticos, sin hacer distinciones entre los partidos radicales de izquierdas o de derechas.

Su conclusión fue muy clara: el boom de estos partidos se produjo a mediados de la década pasada, coincidiendo con otros desarrollos geopolíticos similares, como el agitado proceso político que desembocó en el Brexit o la irrupción de figuras como Donald Trump o Bernie Sanders en las primarias de las elecciones presidenciales estadounidenses.

Así, llegado el año 2017, el 20,7% de los sufragios emitidos por el electorado de los países de la Unión Europea en sus respectivas elecciones generales estuvieron vinculados a partidos de este corte. Sin embargo, la segunda edición del índice, correspondiente a 2019, halló que esta tendencia al alza estaba empezando a perder fuelle y apenas había experimentado una subida de 1,5 puntos, hasta llegar al 22,2%.

El legendario inversor estadounidense Ray Dalio alcanzó conclusiones similares cuando encargó a su equipo de investigación la elaboración de otro Índice de Populismo que abarca decenas de países y décadas de historia. El fundador de Bridgewater observó que la pasada década estuvo marcada por un claro repunte en la popularidad de estos partidos, pero en escritos posteriores ha señalado que esa tendencia al alza parece haberse estabilizado.

PP-Vox, PSOE-Podemos y la doble vara de medir

Por otro lado, aunque Calviño pretende situar el foco en los acuerdos PP-Vox que se están empezando a anunciar tras las pasadas elecciones autonómicas y municipales, lo cierto es que fueron precisamente tales comicios los que desalojaron del poder a numerosas coaliciones en las que el PSOE compartía el gobierno con partidos como Podemos. De modo que, una vez más, las palabras de la vicepresidenta constituyen un ejercicio de hipocresía que solamente puede entenderse en clave electoral.

Así, la cruda realidad es que (1) el auge del populismo fue más intenso la pasada década, (2) el PSOE es el único partido de Europa que le ha abierto las puertas del gobierno a una formación radical como Podemos, y (3) los electores españoles han penalizado a los socialistas por haber formado tales coaliciones de gobierno.

Cabe preguntarse, por otro lado, cuál es el impacto de los acuerdos PP-Vox en la incertidumbre económica y, por el contrario, cuál fue el efecto de la coalición PSOE-Podemos en los mercados. Sabemos que, tras las elecciones autonómicas y municipales del pasado 28 de mayo, el Ibex 35 se mantuvo en calma y no sufrió ningún vaivén significativo. En cambio, el pasado 2019, la bolsa perdió más de 12.000 millones de capitalización por el pacto de gobierno entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias.

De igual manera, y a la espera de lo que pueda suceder a partir de las elecciones generales del próximo 23 de julio, lo que sí sabemos es que la inversión extranjera se desplomó tras el pacto de gobierno entre PSOE y Podemos. La caída fue del 50%, pero podría haber alcanzado el 75% de no ser por las cifras de Madrid, donde el PP gobernó apoyándose en Vox durante buena parte de la legislatura.

De modo que, una vez más, parecería que hay una doble vara de medir. El PSOE puede gobernar con Podemos, al que presenta como un socio totalmente homologable, pero el PP no puede llegar a acuerdos con Vox, al que debe repudiar por completo. La hipocresía de la izquierda, en estado puro.

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