El presidente Sánchez no deja de afirmar que la economía española "va como una moto, pero los datos lo desmienten rotundamente. Aunque haya indicadores coyunturales que parezcan hacer ver que la economía tiene vigor, lo cierto es que se ralentiza por momentos y, sobre todo, la tendencia estructural, que es lo que hay que mirar, es mala.
Así, dentro de la ciencia ficción económica que trata de ofrecernos Sánchez, hay seis grandes mentiras económicas que destacan sobre el resto en su argumentación falsa sobre la marcha de la economía, que son las siguientes:
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Es mentira que vayamos mejor que el resto, porque llegamos cuarenta meses tarde al punto de partida de finales de 2019, el farolillo rojo de Europa, siendo los únicos que no habíamos recuperado dicho nivel en el cierre de 2022.
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Es mentira que los ciudadanos estén mejor, pues somos mucho más pobres, con creciente número de personas en riesgo de exclusión y pobreza. España es el cuarto país con más porcentaje de población en riesgo de pobreza o exclusión social de toda la UE, sólo superada por Bulgaria, Rumania y Grecia (empatado con España en el 26%).
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Es mentira que el mercado laboral vaya bien, porque no se contabilizan casi un millón de parados, como bien señala la UE, y no se crea empleo, sino que se reparte, ya que se trabajan menos horas, cae el empleo a tiempo completo y en la última EPA disminuye el número de ocupados.
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Es mentira que tengamos más futuro, pues tenemos la tasa de paro juvenil más alta de la UE y también la más alta de Europa en términos generales, doblando a la media. De hecho, la ocupación baja en el segmento de población entre 16 y 25 años, con especial fuerza en entre 16 y 19 años, con 16.000 empleos menos.
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Es mentira que seamos más prósperos, pues la deuda aumenta 200 millones al día, 2 millones en el tiempo en el que una persona desayuna.
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La inflación no baja, como dice Sánchez, sino que sube, pues aunque se modere en tasa interanual, lo que hace es crecer menos sobre niveles muy altos anteriores, por efecto base, pero crece. Es más en tasa mensual crece un 0,6% el IPC general y un 0,5% la subyacente, con los alimentos en un 10,3%. Desde que gobierna Sánchez, la inflación ha crecido un 15,78% y la subyacente un 14,05%.
Así, la política económica de Sánchez nos ha dejado a todos atrás, especialmente a las rentas medias y bajas, que son quienes más están soportando la inflación y pagando impuestos por ello en proporción a su renta. La política económica de Sánchez es la antipolítica social. Es necesaria otra política económica, seria, llena de propuestas y que facilite la vida a las personas, no que las asfixie como ahora. Y es necesario que se diga la verdad sobre la situación económica, más allá del espejismo coyuntural fruto de la anestesia del ingente gasto público movilizado por el Gobierno de Sánchez.
Todas estas falsedades económicas de Sánchez quedan perfectamente desmontadas en un vídeo en el que he tenido el honor de participar junto a otros economistas -Daniel Lacalle, Lorenzo Bernaldo de Quirós, María Blanco, Manuel Parejo, Ignacio Ruiz-Jarabo y José Antonio Riera-, que publicó Libre Mercado, entre otros medios, y que puede verse en el siguiente enlace