Pedro Sánchez llega a las elecciones del 23-J enarbolando la bandera del empleo a pesar de que el mercado laboral español sigue siendo uno de los más deficientes del mundo desarrollado. Prácticamente, desde que PSOE y Podemos llegaran al poder, sus miembros no han dudado en celebrar las supuestas bondades que se habrían venido produciendo en esta materia bajo su mandato.
Las subidas del SMI, los ERTE, la contrarreforma laboral... para el ala económica del Ejecutivo sus medidas han contribuido a crear "empleo de calidad" y a disminuir el paro. Sin embargo, la realidad es bien distinta.
En el cara a cara televisivo con Alberto Núñez Feijóo, el líder del PSOE volvió a sacar pecho por un vigoroso mercado laboral, aunque buena parte de los datos que aportó Sánchez resultaron inexactos o, directamente, falsos. Este es su auténtico balance laboral.
406.700 funcionarios más
Una de las afirmaciones más equivocadas de Sánchez en su encuentro con Feijóo fue que la ocupación ha mejorado en "dos millones de personas" con su gobierno. Sin embargo, tal y como muestran las cifras de la última EPA, desde que el líder del PSOE llegó al gobierno, la ocupación ha pasado de 19,34 millones de ocupados en el segundo trimestre de 2018 a 20,45 millones en el primer trimestre de 2023. Es decir, los datos del INE revelan que la ocupación ha aumentado en sólo 1,1 millón de personas, casi un millón menos de lo que afirmó Sánchez en televisión.
Además, de lo que tampoco informa Sánchez es de que el aumento del número de ocupados está dopado por una cuantía insólita de empleo público, lo que además de tener un efecto directo en la economía productiva (que es la que tiene que soportar el gasto) engorda las cifras de empleo.
En el gráfico siguiente se observa la evolución meteórica del número de funcionarios desde que Pedro Sánchez llegara a Moncloa. Tal es el afán de Sánchez por el empleo público, que mientras que en el segundo trimestre de 2018 había 3,11 millones de ocupados a cargo del Estado, el último dato de la Encuesta de Población Activa (EPA) revela que el primer trimestre de este año cerró con 3,52 millones de personas.
Es decir, el empleo público con el Ejecutivo de PSOE y Podemos se ha disparado en 406.700 personas, lo que significa que el 37% del empleo creado desde 2018 era público.
A pesar del récord de funcionarios en España, en la antesala de las elecciones, el Gobierno ha planteado una oferta de empleo público (OEP) para 2023 de más de 30.000 plazas para la Administración General del Estado (AGE). Esta cifra supera en un 20% al número de funcionarios que se sumaron el año pasado a la nómina pública.
Maquillaje estadístico: ¿600.000 parados escondidos?
Desde que Yolanda Díaz llegara al cargo de ministra de Trabajo en 2020, en el mercado laboral español se han sucedido todo tipo de fenómenos insólitos. El desencadenante de estos inquietantes episodios ha sido la "contrarreforma laboral" que la ministra comunista estrenó en diciembre de 2021 y que obligó a las empresas del país con más paro de la Unión Europea a modificar millones de contratos.
El objetivo de Yolanda Díaz con su plan era acabar con la temporalidad en España. Sin embargo, su implantación ha venido acompañada de un efecto maquillaje sin precedentes en los principales datos de empleo. Si bien es cierto que la tasa de paro ha pasado del 15,28% del segundo trimestre de 2018 al 13,26% del primer trimestre de 2023, según la EPA, hay que tener en cuenta los siguientes aspectos:
- Falsa reducción de la temporalidad: la norma de Yolanda Díaz ha convertido por arte de magia empleos "temporales" en otros considerados "fijos" gracias a la modalidad de fijo-discontinuo, aunque esta transformación no significa que esos empleados vayan a estar más tiempo trabajando que antes. De hecho, de los 631.810 contratos "indefinidos" del mes de junio, sólo 242.351 se firmaron a tiempo completo, mientras que 137.492 fueron a tiempo parcial (menos horas) y 251.967 son fijos discontinuos. Es decir, más del 60% de los contratos indefinidos podrían ser considerados precarios.
- Parados escondidos: otro detalle que adultera sobremanera las cifras oficiales de paro es que los fijos discontinuos no cuentan como desempleados en las estadísticas aunque estén en su casa sin trabajar. Aunque el Gobierno todavía no ha dado el dato del número de fijos discontinuos inactivos (la excusa es que lo están "depurando"), las últimas estimaciones de Randstad calculan que esa cifra podría rozar las 600.000 personas sin trabajar y que no cuentan como paradas.
Y a pesar de este maquillaje estadístico, el último informe de la OCDE desvelaba recientemente que España sigue liderando el desempleo entre los países miembros. Y lo hace con una tasa de paro del 12,7% muy lejano al 4,8% que registra el conjunto de la OCDE. De este modo, España está en peor situación de países como Grecia o Turquía, por lo que no habría nada que celebrar.