En los últimos meses, lejos del ruido de los grandes titulares, se han dado cambios de calado en el modelo económico de Dinamarca. El gabinete que encabeza Mette Frederiksen, del Partido Socialdemócrata, ha llevado a buen puerto un acuerdo de gobernabilidad suscrito a mitad de la presente legislatura con el Partido Popular y la Alianza Liberal. En virtud de dicho pacto, la primera ministra ha sacado adelante una profunda reforma del estado de bienestar.
La mayoría que sustenta la política económica del país nórdico deja a un lado a las formaciones de la izquierda radical y se centra en generar acuerdos desde el centro-izquierda hasta el centro-derecha, generando un pacto amplio que convoca a socialdemócratas, populares y liberales bajo un programa común que la prensa danesa ha calificado como histórico.
Los resultados del acuerdo suscrito por las tres formaciones han empezado a resultar evidentes en los últimos años. De acuerdo con las cifras que ha divulgado el Ejecutivo, el gasto público ha caído al 44,6% del PIB durante el primer trimestre de 2023. Se trata de la cifra más baja que registra Dinamarca desde 1974, cuando el país estaba los albores del desarrollo de un gigantesco Estado del Bienestar que ahora está siendo reformado y replegado.
Importante rebaja del gasto
Desde 2019, el gasto público se reduce 5 puntos del PIB. De hecho, frente al "pico" de gasto alcanzado en plena pandemia del covid-19, la caída es de casi 10 puntos. Estamos, pues, ante un ajuste histórico, no solamente porque supone un nuevo punto de inflexión en la política económica de los países nórdicos, sino también porque se ha dado en menos de cuatro años y con una pandemia de por medio.
La ortodoxia con la que se han manejado las cuentas públicas ha permitido generar un profundo superávit del 3,3% del PIB. De igual modo, en 2023 se implementará una rebaja del IRPF valorada en 5.000 millones de euros que incluye una subida notable de las deducciones por hijo. Asimismo, el gravamen aplicado a la transferencia intergeneracional de empresas pasará del 15% al 10%.
Adiós al viejo ‘estado de bienestar’ nórdico
Volando bajo el radar, Dinamarca ha logrado convertirse ya en la novena economía más libre del mundo. Su nota en el índice que elabora la Fundación Heritage y que en España divulga el Instituto de Estudios Económicos es de 77,6 puntos sobre 100, casi a la par con Holanda y Luxemburgo.
Llama la atención, de hecho, que Dinamarca está seguida de Suecia, Finlandia y Noruega en dicha clasificación. Se confirma, pues, el giro definitivo de los países del Norte de Europa hacia modelos económicos mucho menos intervencionistas y mucho más tendentes a favorecer la libertad económica.