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La "moto" de Sánchez se gripa: la industria sufre y las familias ya reunifican deudas

Los indicadores de crisis no se limitan al IPC o al frenazo en el empleo: la industria, el consumo y los créditos activan la luz de alarma.

Los indicadores de crisis no se limitan al IPC o al frenazo en el empleo: la industria, el consumo y los créditos activan la luz de alarma.
Viviendas en venta | Alamy

Por más que Pedro Sánchez, Nadia Calviño o María Jesús Montero se empeñen, la economía española atraviesa momentos difíciles, que pueden traducirse en una crisis de destrucción de empresas y empleo en cuestión de meses. Mientras el Gobierno saca pecho y dice que nuestra economía va, literalmente, "como una moto", los indicadores que vamos conociendo avanzan un escenario en sentido opuesto.

En primer lugar, la inflación subyacente sigue por encima del 6% (6,2%) y la acumulada a tres años sigue subiendo cada mes. Sin embargo, el Gobierno dice que tenemos la inflación más baja de la UE. Lo único cierto aquí es que los españoles hemos tenido que soportar el súbito encarecimiento de nuestro nivel de vida, todos por igual, protagonizando un empobrecimiento de un 6,6% según un reciente estudio de Freemarket que analiza la variación de PIB per cápita en términos reales. La mayor contracción de la UE, sólo parecida a la de Eslovaquia.

Estos datos, unidos a los últimos conocidos por parte de los servicios públicos de empleo y la Encuesta de Población Activa, que reflejan un frenazo en el crecimiento del empleo, ya serían motivo suficiente como para que los miembros del Gobierno comenzaran a mostrar, si no preocupación, sí al menos prudencia.

Pero es que este lunes conocemos otros datos que reflejan un fuerte problema de nuestro tejido productivo: un problema en el consumo, en el endeudamiento y en la productividad de España.

Se hunde la inversión inmobiliaria

El diario Cinco Días, nada sospechoso de querer aguarle la fiesta económica al Gobierno, se hace eco este lunes del informe que elabora la consultora inmobiliaria Colliers en el que pronostican que de seguir el ritmo actual, la inversión inmobiliaria se hundirá en 2023 un 50% hasta los 9.000 millones. Actualmente se ha frenado en seco las compras de propiedades como hoteles, viviendas para alquiler y centros comerciales y logísticos.

Fuentes consultadas por Libertad Digital, entre los grandes fondos de inversión que se dedican al sector inmobiliario en España, además de reconocer que la fortísima escalada de los tipos de interés de referencia por parte de los bancos centrales no ayuda al negocio, también admiten que existe un componente de inseguridad jurídica en el hecho de que no sólo se mantengan, sino que se sigan desarrollando, políticas de vivienda que conducen a la intervención del mercado y al cuestionamiento de los derechos de propiedad.

Crece el crédito al consumo

Por otro lado, el diario Expansión, destaca entre sus titulares que el crédito al consumo coge fuerza y sube en lo que va de 2023, en concreto un 8% respecto al mismo periodo del año anterior. Hay que tener en cuenta que son unos créditos especialmente caros para los particulares, ya que sus tipos medios se acercan precisamente al 8% de interés.

La explicación que algunos expertos encuentran a este fenómeno pasa por la necesidad de la banca de mantener vivo el negocio del crédito ahora que se debilita y el mercado hipotecario y de préstamos a empresas.

La peor caída de empleo en la industria en 10 años

Pero la cosa no queda ahí. Un análisis pormenorizado de los datos de la EPA destapan el gran problema que está sufriendo nuestra economía: una crisis industrial severa. La industria lleva años soportando un fuerte encarecimiento de su estructura de costes, primero vía índice de Precios Industriales (IPRI) que básicamente es la inflación de la industria, y por otro lado, vía costes al empleo, con el destope de las cotizaciones a la Seguridad Social y la imposición del salario mínimo.

Lo cierto es que el sector lleva tiempo quejándose y los números no dejan lugar a dudas: el empleo en la industria ha sufrido su mayor caída en diez años. Sí, la industria, ese sector que iba a protagonizar el cambio del modelo productivo en España como pedía la izquierda en el poder. Junto a estos, los autónomos han soportado el resto de la gran caída de empleo.

Vuelve la reunificación de deudas

Para terminar, un indicador también preocupante: han vuelto las reunificaciones de deuda. Lo publica este lunes elEconomista, que señala que este año ha crecido un 9% el número de familias que tienen que reunificar deuda después de la fuerte subida de tipos de interés y el súbito encarecimiento de las hipotecas.

En lo que va de año, 73.000 familias más que el año pasado se han visto abocadas a tomar esta medida que, pese al alivio momentáneo que supone, entraña un incremento del endeudamiento total y sus costes.

Una actividad, la de la unificación de deudas, que ya vimos en la crisis financiera tras la primera década de los 2000, cuando numerosas entidades privadas se dedicaron a perfeccionar herramientas financieras que permitieran a los clientes unificar todos sus pagos en uno solo y reducir algo de cuota para poder sobrellevar la situación.

Así pues, si tenemos en cuenta todos estos factores, la situación económica que atravesamos más bien parece un fin de ciclo y a los preámbulos del estallido de una recesión, y no el disfrute de las mieles de un crecimiento económico sin parangón, como nos vende el Gobierno.

En Libre Mercado

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