El diario Público, una cabecera de referencia en las filas de la extrema izquierda, se lanza en tromba contra la tauromaquia… y lo hace con un dudoso uso de las estadísticas oficiales del Ministerio de Cultura. La pieza en cuestión lleva por título Toros con respiración asistida: la asistencia se hunde pese al sostén de los nuevos gobiernos de la ultraderecha y está plagada de manipulaciones.
La publicación intenta rescatar el mito del toreo como una actividad que solamente opera en base a subvenciones, pero apenas es capaz de enumerar algunos ejemplos aislados de escasa cuantía económica, caso de las escuelas taurinas que existen en algunas provincias o de los trofeos municipales que otorgan algunos consistorios y que ni siquiera tienen dotación presupuestaria. Asimismo, critica medidas como la decisión de cubrir la plaza de toros de Guadalajara, cuando son precisamente los más aficionados a los toros quienes ven este tipo de inversiones con malos ojos, puesto que reducen el peso del uso taurino de tales inmuebles y consagran estos espacios como recintos multiusos.
De igual manera, Público intenta vincular a los toros con los "nuevos gobiernos de la ultraderecha", término con el que hace alusión a los pactos que han cerrado PP y Vox. Sin embargo, el diario apoya su pieza en una serie estadística que se interrumpe en 2022, un año antes de que las pasadas elecciones autonómicas y municipales. De igual forma, la nota solamente reconoce de puntillas que también hay gobiernos de izquierda que apuestan por la tolerancia con la Fiesta, caso de Aragón, Castilla-La Mancha o Extremadura, amén de cientos de ayuntamientos donde el bastón de mando recae en el PSOE y no hay problema para que se programen toros.
El citado medio se apoya en la serie estadística del Ministerio de Cultura y se ve obligado a reconocer que "el número de festejos regresa a los niveles pre-pandemia". No en vano, la fuente oficial empleada por Público señala claramente que el número de festejos mayores celebrados en nuestro país alcanzó en 2022 la mejor cifra desde el año 2017. En el caso específico de las corridas de toros, el pasado año fue el de mayor actividad en más de una década. Y, no lo olvidemos, la suma de festejos taurinos mayores y populares rondó los 18.500 durante el año 2022.
Pero quizá la manipulación más torticera de todas es la que toma como referencia los datos de asistencia a los toros en tiempos de pandemia y pretende extrapolarlos a la situación actual. La fuente a la que acude Público es la Encuesta de Hábitos y Prácticas Culturales en España, cuya última edición data del bienio 2021-2022 y, por tanto, recoge un año marcado por las restricciones sanitarias adoptadas ante la propagación del covid-19, en virtud de las cuales se prohibieron numerosos festejos taurinos.
Eso sí: cuando Público afirma que "la cifra de asistentes cae en picado", lo hace sin explicar en ningún momento la incidencia que tuvo la pandemia en dicha métrica. No en vano, en el último sondeo, del bienio 2018-2019, el 8% de la población había acudido a las plazas de toros, mientras que en la edición de la encuesta que coincide con el coronavirus esta cifra baja al 2%. Por poner otro ejemplo: si se comparan ambas ediciones del sondeo, el porcentaje de españoles que dejó de ir a conciertos se desplomó un 62%, mientras que con el teatro se observó una corrección del 67%. De modo que la "caída en picado" de la que habla el periódico de extrema izquierda se produjo en todas las demás artes, a raíz de todo lo ocurrido durante la pandemia.
Por último, el artículo de Público incurre en una forma de manipulación más cuando toma la plaza de toros de Bilbao como ejemplo supuestamente representativo de la caída de la asistencia a los toros. Si bien el coso vasco ha registrado menos público en los últimos años, sigue convocando a casi 60.000 espectadores por temporada. De igual manera, ampliando el foco, basta con revisar los números de la temporada en curso para comprobar los muy satisfactorios datos de asistencia que se están dando en algunas de las plazas más importantes del país, caso de Madrid, Sevilla, Valencia, Pamplona, Santander, Málaga...