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Qué pasa si no pagas un préstamo personal en España (Consecuencias y precauciones)

Pedir un préstamo implica asumir unas obligaciones con la entidad financiera que nos lo concede, si no las cumplimos puede haber graves consecuencias.

Pedir un préstamo implica asumir unas obligaciones con la entidad financiera que nos lo concede, si no las cumplimos puede haber graves consecuencias.
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Los préstamos personales son una forma de financiación muy utilizada por los españoles para hacer frente a gastos imprevistos, comprar bienes de consumo o realizar proyectos personales.

Cuando firmamos un contrato de préstamo personal, nos comprometemos a devolver el dinero prestado más los intereses y las comisiones en unas cuotas mensuales durante un plazo determinado. Si dejamos de pagar una o varias cuotas, entramos en lo que se conoce como mora o impago.

Pero, ¿Es delito no pagar un préstamo personal? Desde Money24.es nos aclaran que: "No pagar un préstamo personal no es un delito penal, sino una falta civil. Esto quiere decir que no puedes ir a la cárcel por no pagar un crédito."

Aunque sí podemos ser demandados por la entidad financiera y tener que responder con nuestro patrimonio. Hay algunas situaciones en las que no pagar un préstamo puede constituir un delito penal, como por ejemplo:

- Si pedimos un préstamo con la intención de no devolverlo, es decir, con ánimo de lucro y engañando a la entidad financiera sobre nuestra solvencia o nuestra identidad. Se considera un delito de estafa, que puede ser castigado con penas de prisión de seis meses a tres años.

- Si pedimos un préstamo con garantía hipotecaria y vendemos el inmueble sin cancelar la hipoteca o sin informar al comprador. Constituye un delito de alzamiento de bienes, que puede ser castigado con penas de prisión de uno a cuatro años.

- Si pedimos un préstamo con garantía personal y ocultamos o trasladamos nuestros bienes para evitar el embargo. Esto también se considera un delito de alzamiento de bienes, con las mismas penas que el anterior.

Para responder a cuánto tiempo podemos estar sin pagar un préstamo personal, debemos fijarnos en la política de cada entidad financiera. De forma general, al primer día de retraso en el pago, la entidad nos enviará una notificación recordándonos nuestra deuda y advirtiéndonos de las posibles consecuencias si no pagamos el préstamo personal.

A partir del segundo día, se nos aplicará una comisión por reclamación de posiciones deudoras, que suele rondar el 2% del importe impagado, con un mínimo y un máximo establecidos por ley. Después del tercer día, se nos empezará a cobrar un interés de demora, que suele ser muy superior al interés ordinario del préstamo. Este interés se calcula sobre el total de la deuda pendiente, no solo sobre la cuota impagada.

Tras el primer mes, la entidad puede incluirnos en un fichero de morosos como ASNEF o RAI, lo que dificultará nuestro acceso al crédito en el futuro. Llegado el tercer mes, la entidad puede iniciar una reclamación judicial contra nosotros para exigirnos el pago de la deuda. En este caso, tendremos que hacer frente a los gastos judiciales y a los honorarios del abogado y del procurador.

Finalmente, si la reclamación judicial prospera, la entidad puede embargarnos los bienes que tengamos a nuestro nombre, como la nómina, la cuenta bancaria, el coche o la vivienda.

Que pasa si pides un préstamo y no lo puedes pagar

Si pides un préstamo y no lo puedes pagar, lo primero que debes hacer es ponerte en contacto con la entidad financiera y explicarle tu situación. Es posible que puedas negociar una solución amistosa, como una refinanciación, una ampliación del plazo, una carencia o una quita.

Una refinanciación consiste en modificar las condiciones del préstamo para reducir la cuota mensual, ya sea bajando el interés, alargando el plazo o ambas cosas. Esto implica pagar más intereses a largo plazo, pero puede ayudarnos a aliviar nuestra situación económica a corto plazo.

La ampliación del plazo trata de aumentar el número de cuotas en las que devolvemos el préstamo, lo que también implica pagar más intereses a largo plazo, pero reduce la cuota mensual.

En la carencia se deja de pagar una parte o la totalidad de la cuota durante un periodo de tiempo, que puede ser de unos meses o de varios años. Durante la carencia solo pagamos los intereses, o ni siquiera eso, pero al terminar la carencia tendremos que pagar una cuota más alta o alargar el plazo del préstamo.

Y la quita, consiste en que la entidad financiera nos perdona una parte de la deuda, a cambio de que paguemos el resto en un solo pago o en unas cuotas más reducidas. Esta opción suele ser la más difícil de conseguir, porque implica una pérdida para la entidad.

Cuando se agotan las vías de negociación y el impago persiste, la entidad prestamista puede tomar medidas legales para recuperar los fondos adeudados. Esto puede desembocar en un juicio por impago de préstamo personal. En estos casos, el tribunal evaluará la situación y dictaminará una sentencia, que podría incluir el embargo de bienes u otros activos para saldar la deuda.

Precauciones Antes de Pedir un Préstamo Personal

Así que lo recomendable es tomar precauciones antes de pedir un préstamo personal. De este modo evitamos caer en el impago y sus consecuencias.

- Comparar diferentes ofertas y elegir la que mejor se adapte a nuestras necesidades y capacidad de pago. Para ello, hay que fijarse en el tipo de interés, las comisiones, el plazo, las cuotas y el coste total del préstamo.

- Leer detenidamente el contrato y entender todas las cláusulas, especialmente las relativas al impago, los intereses de demora, las comisiones por reclamación y las garantías adicionales que se puedan exigir.

- No pedir más dinero del que se necesita ni para fines distintos de los acordados. Hay que tener en cuenta que el préstamo es una deuda que hay que devolver con intereses y que puede afectar a nuestra solvencia y a nuestro historial crediticio.

- No pagar por adelantado ninguna cantidad al prestamista antes de recibir el préstamo. Esta práctica es ilegal y suele ser un indicio de fraude. Hay que desconfiar de las ofertas que prometen préstamos rápidos y fáciles, sin requisitos ni garantías, ya que pueden ocultar intereses abusivos o condiciones leoninas.

- Seguir un presupuesto y un plan de ahorro que nos permita hacer frente a las cuotas del préstamo y a los posibles imprevistos que puedan surgir. Si tenemos dificultades para pagar, lo mejor es comunicarlo al prestamista cuanto antes y tratar de negociar una solución, como una ampliación del plazo, una reducción del tipo de interés o una carencia temporal.

No pagar un préstamo personal puede tener graves consecuencias para el deudor, tanto civiles como penales. Por eso, es importante ser responsable y prudente a la hora de solicitar un préstamo y cumplir con las obligaciones contraídas.

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