Aunque el Gobierno venda, un mes más, otra cosa, el empleo se desinfla. El paro sube, los afiliados caen, las tasas interanuales empeoran su comportamiento, cae el número de contratos y desciende el número de autónomos, con lo que hay poco que celebrar, ya que se constata, un mes más, como decíamos el mes pasado, una desaceleración importante que ya va cobrando tendencia en el mercado laboral, tal y como muestran los datos.
Paro registrado
Sube el paro y se destruye empleo (al disminuir el número de afiliados a la Seguridad Social). El paro sube en 24.826 personas, siendo el quinto peor registro mensual de un mes de agosto de los últimos diez años.ç
Por otra parte, en tasa interanual baja en 221.540 personas, que es también el quinto peor dato interanual de los últimos diez años (el cuarto, sin contar 2020, cuando operaban las restricciones por la pandemia), con lo que la bajada no es especialmente destacable para este mes, hecho que muestra la ralentización interanual de la bajada del paro, comparando períodos homogéneos.
La bajada interanual se queda casi en la mitad de lo que bajaba en agosto del año pasado.
De nuevo, la bajada de paro interanual no se ralentiza más gracias a que donde más baja es en Andalucía (-76.239 personas).
Adicionalmente, España tiene la mayor tasa de paro de la UE, con un 11,6% (casi el doble que la media de la UE), y la mayor tasa de paro juvenil de la UE, con un 27%, con la particularidad de que, por ejemplo, en Grecia, segundo país con mayor tasa de paro juvenil, ha venido descendiendo con mucha más fuerza en el último trimestre que en España.
Por sectores, se reduce el paro mensualmente sólo en agricultura (-2.874 personas) y aumenta en el resto: industria (+2.483 parados); construcción (+4.792 parados); servicios, principal sector de la economía (+23.097 parados). Baja en el grupo "sin empleo anterior", al hacerlo en 2.672 parados.
Sube el desempleo femenino, en 10.957 personas y el masculino aumenta en 13.869 personas.
El paro entre los jóvenes (menores de 25 años) se incrementa en 3.919 personas y siguen liderando, tristemente, la tasa de paro juvenil europea, con una tasa de paro juvenil del 27%, además de ser el séptimo país de la UE con más porcentaje de jóvenes que ni estudian ni trabajan.
Los demandantes de empleo ocupados, donde se encuadran los indefinidos fijos-discontinuos que cesan actividad, aumentan en 8.095 personas en agosto, que muestra que realmente hay al menos ese número de personas que probablemente tenía un empleo temporal y que se encontraría incluido en el número de parados de no haber sido reconvertido en fijo-discontinuo debido al cambio normativo que se llevó a cabo.
Si los sumamos a las 123.463 personas en las que aumentó en octubre, a las 110.697 que aumentó en noviembre, a las 31.227 en que se incrementó en diciembre, a las 28.014 personas en que se incrementó en enero, a las 4.571 personas en las que se incrementó en febrero, al descenso en 64.186 personas de marzo, al descenso de 70.226 personas en abril, al descenso de 17.543 de mayo, al aumento de 70.729 personas en junio, al incremento de 86.957 de julio, llegamos a la cifra de 311.798 nuevos demandantes de empleo ocupados, que se explicarían por el cese de actividad de fijos-discontinuos, que antes, al cesar actividad pasaban a la situación de parados y ahora quedan excluidos de la relación del paro registrado.
Contratos
No sólo es que el empleo que se creó en los meses anteriores no fuese sólido: realmente, no se crea empleo, sino que se reparte empleo, en línea con el descenso de horas trabajadas que muestra la contabilidad nacional trimestral respecto al último trimestre de 2019, de manera desestacionalizada; es que este mes aumenta el paro y se destruye empleo, siendo sus cifras las quintas peores, en paro, de un mes de agosto en tasa mensual. De hecho, este mes descienden con fuerza los contratos indefinidos en tasa interanual, haciéndolo un 17,33%, equivalente a 87.804 contratos indefinidos menos en tasa interanual, que demuestra que los incrementos del año pasado se debían al artificio de la reforma laboral, que obliga a la transformación de temporales en indefinidos fijos-discontinuos.
El número total de contratos en agosto cae un 15,19%, acelerando la velocidad de la caída, equivalente a 194.960 contratos menos.
Además, más de la mitad (un 59,01%) de los contratos indefinidos del mes son o a tiempo parcial o fijos-discontinuos.
En 2022 hubo, al menos, un artificio de más de un millón y medio de este tipo de contratos acumulado en el año, con muchos trabajadores que firman varios contratos indefinidos a lo largo del mes al haberse prohibido la contratación temporal y no optar algunas empresas por la figura del fijo-discontinuo, sino por breves contratos indefinidos. En enero, febrero y marzo de 2023, prosiguió el efecto del artificio normativo, que empezó a corregirse, por comparación estadística, en abril y continúa, por los mismos motivos, en mayo, junio, julio y agosto.
Cuando dichos contratos, antes temporales, acababan, engrosaban las listas del paro. Al pasar a fijos discontinuos, cuando cesan actividad no son considerados parados (de hecho, el incremento de los demandantes de empleo ocupados en la suma global de los últimos meses indica la merma en los datos de paro que antes se contabilizaban por este motivo y que por los propios datos que dio el ministerio en una respuesta parlamentaria a una pregunta escrita cifró en casi medio millón de parados no contabilizados) y que nunca más han vuelto a dar. La UE considera que hay casi un millón de personas (985.000) que no trabajan en España y que no están incluidas en las listas del paro.
Afiliación
El número de afiliados cae en 185.385 personas, el quinto peor registro de un mes de agosto de los últimos quince años (peor, incluso, que en 2020, con restricciones), por mucho que el Gobierno venda el dato desestacionalizado, pero comparando con la misma época del año, se ve que la evolución de este mes de agosto está en el tercio peor de la última década y media.
De hecho, en términos interanuales se desacelera de manera importante, reduciéndose en un 17,98% el crecimiento interanual de afiliados sobre la cifra del mismo período del año anterior.
Además, ese aumento de afiliación interanual se debe al impulso de Madrid, que lidera la creación de empleo, con 132.132 afiliados, y Andalucía, la tercera región en creación de empleo interanual, con 66.162 afiliados más. Adicionalmente, el último día del mes se destruyeron 263.465 empleos, 77.000 más destruidos que el último día de julio, el mes anterior.
Los autónomos caen en 10.945 personas, signo del empeoramiento de la economía.
De hecho, en tasa interanual es el peor dato de autónomos de los últimos diez años -salvo el año 2020, en plenas restricciones por la pandemia-, al aumentar sólo en 6.181 personas.
Desde febrero de 2020 hay 34.578 empresas menos, con la destrucción de casi 1.400 empresas en julio (último dato publicado).
Por tanto, la desaceleración laboral continúa, desgraciadamente, fruto de la desaceleración económica, que si todavía no se constata de manera más intensa se debe tanto a la campaña turística como a la anestesia del gasto público desplegado, que ha incrementado la deuda pública en más de 400.000 millones de euros según las notas iniciales de avance de deuda pública de las AAPP de mayo de 2018 y junio de 2023. Es un incremento más del deterioro económico infligido por el quinquenio negro que ha protagonizado Sánchez, que puede empeorarlo todavía más si vuelve a ser investido.