Golpe al Impuesto de Sucesiones en España. El Gobierno valenciano (formado por PP y Vox) aprobó ayer martes el anteproyecto de ley que fulminará el impuesto a la muerte dentro la región. Se trata de la primera medida económica de calado que lleva a cabo el equipo de Carlos Mazón desde su llegada al Ejecutivo
La consejera valenciana de Hacienda, Ruth Merino, ha defendido su decisión y no ha dudado en criticar la naturaleza del Impuesto de Sucesiones y la doble imposición que supone. Merino ha rechazado que los ciudadanos de su región "tengan que seguir pagando impuestos en un momento tan complicado como la muerte de un familiar y pagar por duplicado, por hacerse cargo de bienes sobre los que sus familiares ya han pagado impuestos durante toda su vida". Así, considera que este tributo "está moralmente está fuera de lugar".
De este modo, la región ha aprobado una bonificación del 99% de la cuota tributaria en el Impuesto de Sucesiones y Donaciones para los herederos pertenecientes a los grupos I y II (hijos, nietos, padres, cónyuges...). Además, se introduce un beneficio similar para las adquisiciones por donación u otros actos lucrativos inter vivos celebradas en favor del cónyuge, padres, adoptantes, hijos o adoptados. "Esta medida beneficiará a los hechos imponibles producidos desde el 28 de mayo de 2023" explican.
Valencia, infierno fiscal
Con esta decisión, el Ejecutivo de Mazón comienza a dar marcha atrás al infierno tributario en el que se ha convertido la Comunidad Valenciana. En materia fiscal, el territorio antes gobernado por Ximo Puig es uno de los más asfixiantes con el contribuyente por la vía del IRPF, Patrimonio o Sucesiones.
Como ya publicamos en Libre Mercado, Valencia perpetra uno de los mayores expolios del país contra los herederos. Por ejemplo, en el supuesto de un soltero de 30 años sin hijos cuya herencia está valorada en 800.000 euros, de los que 200.000 corresponden a la vivienda del fallecido, el mismo contribuyente tendría que pagar por Sucesiones la friolera de 63.196 euros si el fallecido fuera de la Comunidad Valenciana a diferencia de, por ejemplo, los 1.586 euros que se pagarían en la Comunidad de Madrid o los 810 euros que se pagarían en de Castilla y León. Con la decisión del nuevo gobierno, los contribuyentes valencianos se ahorrarán cerca de 400 millones de euros.
"La eficiencia económica del Impuesto de Sucesiones ha sido cuestionada, ya que condiciona o limita el comportamiento de las personas contribuyentes en cuestiones como el ahorro o la inversión en determinados actos patrimoniales, a lo que hay que añadir que se trata de un impuesto que grava la transmisión de patrimonio y rentas que ya han tributado antes conforme a su naturaleza. Del mismo modo, la aplicación del lmpuesto de Sucesiones supone, en buen número de casos, un perjuicio económico muy grave para muchas familias que tienen que hacer frente al pago de este tributo sin que la herencia suponga ningún beneficio económico ni ningún incremento real en el patrimonio de la persona heredera y, de hecho, la imposibilidad de hacer frente al importe económico del impuesto aboca a muchas personas a tener que renunciar a su herencia" recuerdan en el Ejecutivo valenciano.
Ofensiva del PP contra Sucesiones
Precisamente esta semana, el Gobierno de Canarias (Coalición Canaria con el apoyo del PP) ha aprobado también un decreto-ley para bonificar todavía más (al 99,9%) el impuesto de Sucesiones y Donaciones para que sus contribuyentes ahorren unos 18 millones de euros anuales. Su consejera de Hacienda, Matilde Asián, ha coincidido con su homóloga valenciana y ha justificado la medida en la "sobreimposición" que sufren los ciudadanos con Sucesiones. Además, ha asegurado que, en 2022, un total de 2.000 canarios renunciaron a herencias "por no poder hacer frente a esos costes".
Otra región donde ha entrado a gobernar el PP, y que ha decidido aliviar la carga fiscal de las herencias, ha sido Baleares. El pasado mes de julio, el Parlamento balear sacó adelante la eliminación del 100% del Impuesto de Sucesiones y Donaciones entre padres e hijos, nietos y abuelos y entre cónyuges, tanto por causa de muerte como en herencias en vida mediante pactos sucesorios. En el caso de las herencias entre hermanos o entre tíos y sobrinos, la reducción será del 50% si no hay descendientes y del 25% en el caso de que haya descendientes.
"Acabamos con un impuesto injusto, el más injusto de todos los que hay, que grava el esfuerzo y el ahorro de toda una vida de trabajo de la generación de nuestros padres y abuelos" señaló entonces la presidenta, Margalida Prohens. Serán 60 millones de euros los que se ahorren sus contribuyentes.
Con estas últimas rebajas fiscales, estas tres regiones se suman a la lista de autonomías (la mayoría del PP) que han decidido acabar con la fiscalidad a las herencias. Fue la Comunidad de Madrid la primera del país en acabar con Sucesiones y el resto, como Andalucía, ha seguido su estela.