Cambio de ciclo en la Comunidad Valenciana. La izquierda ha perdido una de sus joyas de la corona y el nuevo gobierno del PP y Vox tomará las riendas de una región que en materia económica ha cosechado unos resultados nefastos.
Y es que, el Ejecutivo de Ximo Puig ha convertido a Valencia en un auténtico infierno fiscal para sus ciudadanos, sin olvidar que ha despreciado por completo cualquier tipo de responsabilidad presupuestaria. Por eso, Valencia lidera los rankings autonómicos de las cuentas más descabaladas del país. Así, mientras su comunidad se ahoga en el déficit y en la deuda, lo mismo les ocurre a sus contribuyentes con los impuestos. A continuación, algunos ejemplos de la asfixia fiscal valenciana.
El infierno fiscal de Valencia
En la siguiente tabla, elaborada por el Reaf, se observa que Valencia es la región que más impuestos cobra del país a las rentas más altas (en rojo). La obsesión de Puig con los ricos hace que una persona con una renta de 110.000 euros al año tribute por 3.435 euros más en Valencia que en Madrid.
Una situación similar se vive en Valencia con el Impuesto de Patrimonio. En este caso, la región también está entre las más gravosas de España. Por ejemplo, para un patrimonio de 800.000 euros, en Valencia se pagarían 909 euros en impuestos, la tercera cuantía más alta de España (en Madrid nada).
En el caso de las herencias, más de lo mismo. En el supuesto de un soltero de 30 años sin hijos cuya herencia está valorada en 800.000 euros, de los que 200.000 corresponden a la vivienda del fallecido, el mismo contribuyente tendría que pagar por Sucesiones 103.135 euros en Asturias o 63.196 euros si el fallecido fuera de la Comunidad Valenciana a diferencia de, por ejemplo, los 810 euros de Castilla y León. Así, vemos que Valencia también perpetra uno de los mayores expolios del país contra los herederos.
PP y Vox bajarán impuestos
Con el objetivo de dar un giro de 180 grados a esta situación, PP y Vox han pactado una hoja de ruta para la Comunidad Valenciana con cincuenta medidas entre las que se incluyen varias bajadas de impuestos. Eso sí, no han cuantificado el coste de su aplicación. Son las siguientes:
- Eliminar el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, así como el Impuesto de Patrimonio.
- "Reducción drástica del IRPF en todos sus tramos, especialmente a los salarios medios y bajos".
- "Reducir las tasas autonómicas que impiden el crecimiento y desarrollo del tejido industrial en la Comunidad Valenciana".
- Eliminar la tasa turística.
Además, la región de la que se despide Puig también ostenta el deshonor de tener el mayor descuadre presupuestario del país. Así, esta autonomía cerró el ejercicio del pasado año 2022 con un déficit del 3,11%, que en términos absolutos equivale a 3.847 millones de euros. A esto hay que sumar que la región de Carlos Mazón también lidera el ranking de las CCAA más endeudadas del país, con un pasivo del 43,7% de su PIB regional en el primer trimestre del año que hacen necesaria una reducción imperiosa del gasto público. En términos absolutos la deuda de valencia alcanzó los 55.032 millones de euros, solo superada por los 85.456 millones de Cataluña.
En este sentido, el acuerdo de PP y Vox plantea que "la correcta y eficiente gestión del dinero público va a ser uno de los signos distintivos de este este Gobierno. Por ello, se reducirá el número de consejerías, el número de altos cargos y asesores. Se suprimirán los organismos innecesarios que no reportan en el bien general" promete la derecha , aunque teniendo en cuenta las variables anteriores, el equilibrio presupuestario exigirá recortes de verdadero calado.