El gobierno de La Rioja, en manos del Partido Popular desde las pasadas elecciones autonómicas, ha empezado a concretar una nueva senda en materia de política fiscal. Siguiendo el modelo liberal de Madrid que han asumido de forma progresiva otras comunidades autónomas, la tierra del vino tinto ha comunicado la práctica eliminación del Impuesto de Sucesiones y Donaciones.
La decisión del gobierno de La Rioja que preside Gonzalo Capellán extiende a padres e hijos y cónyuges una bonificación que anulará el 99% de la cuota del impuesto. De acuerdo con el portavoz del Ejecutivo autonómico, Alfonso Domínguez, "este es un tributo muy anacrónico y confiscatorio" y su retirada "envía un mensaje claro a los contribuyentes riojanos, cuya presión fiscal queremos aliviar a lo largo de la legislatura".
De hecho, el dirigente popular ha prometido "una intensa agenda de reformas" orientada a seguir reduciendo el peso de los impuestos. Domínguez ha recordado que La Rioja "fue pionera en 2004, cuando empezó a bonificar el impuesto". De hecho, la bonificación del 99% estuvo vigente durante una década, hasta que la izquierda llegó al poder en 2015.
Con este cambio, La Rioja se sitúa a la par con Madrid, Andalucía, Cantabria, Castilla y León, Extremadura o Murcia que llevan años aplicando este descuento fiscal. Asimismo, el grupo de regiones que bonifica al 99% el pago del "impuesto a la muerte" ha seguido creciendo a lo largo del presente verano, conforme los nuevos gobiernos de Aragón, Baleares, Canarias y Comunidad Valenciana han anunciado medidas similares. La lista es incluso más larga si se toma en cuenta el tipo reducido del 1,5% que aplica el País Vasco.
‘Los riojanos estaban esperando’
De acuerdo con Adolfo Domínguez, "el Impuesto de Sucesiones y Donaciones penaliza a las familias, al gravar bienes que ya tributaron a través del IRPF, el IBI, el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados, el IVA, las Plusvalías Municipales… Por eso, los hogares riojanos estaban esperando esta decisión, que acaba de una vez por todas con este impuesto tan injusto que castiga a quienes trabajan, se esfuerzan y guardan sus ahorros".
La medida tendrá un impacto recaudatorio de 8,3 millones de euros. Domínguez ha comunicado que este descenso de los ingresos "no aumentará el déficit ni la deuda, porque se verá compensado con los mayores ingresos derivados de la mejora de la economía, así como por el estricto control que la comunidad va a realizar en las políticas de gasto, con medidas de ahorro que ya se hicieron evidentes con la racionalización de la estructura del gobierno".
En opinión del portavoz del gobierno riojano, "las rebajas de impuestos no tienen por qué suponer ninguna merma en la prestación de servicios públicos, puesto que los niveles de recaudación son muy altos y hay margen suficiente para reducir el esfuerzo que están haciendo los contribuyentes y, al mismo tiempo, mejorar la gestión de la sanidad o la educación".