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Ada Colau, la futura ministra que le dará la puntilla a la vivienda en España

Su Alcaldía en Barcelona se tradujo en menos construcción de pisos, alquileres más altos y más dificultades de acceso para las rentas más bajas.

Su Alcaldía en Barcelona se tradujo en menos construcción de pisos, alquileres más altos y más dificultades de acceso para las rentas más bajas.
La exalcadesa de Barcelona, Ada Colau. | EFE

La exalcaldesa de Barcelona, Ada Colau, suena cada vez con más fuerza para ocupar la cartera de Vivienda en el futuro Gobierno de coalición de PSOE y Podemos en caso de que Pedro Sánchez logre los votos necesarios para ser investido de nuevo como presidente.

Esta posibilidad ha caído como un jarro de agua fría en el sector inmobiliario. Y no es de extrañar, ya que Colau ha cosechado una gestión desastrosa en materia de vivienda durante su mandato municipal. Si el mercado inmobiliario español ya atraviesa importantes problemas de escasez de oferta y dificultades de acceso, tanto a la hora de comprar como de alquilar, el futuro Ministerio de Colau amenaza con agravar aún más la situación, a la vista de los malos resultados obtenidos en la Ciudad Condal.

Colau llegó a la Alcaldía de Barcelona en 2015 con la firme promesa de abaratar la vivienda y facilitar su acceso a las rentas más bajas. Pero ha sucedido todo lo contrario. Su política inmobiliaria se puede resumir en inseguridad jurídica, ataque a la propiedad privada y limitación de precios.

Menos obra nueva

Una de las medidas estrella que adoptó Colau fue obligar a los promotores a reservar un 30% de las nuevas obras a vivienda de protección pública. La consecuencia fue un desplome del 40% en el volumen de visados de obra. Es decir, menos construcción de pisos y, por tanto, menos oferta, lo cual, a su vez, se ha traducido en una mayor subida de precios. Según el Colegio de Arquitectos de Cataluña (COAC), los proyectos de obra nueva visados en 2022 se situaron en 1.454, un 38% menos que en 2019, antes del estallido de la pandemia.

Además, si su objetivo era aumentar el parque público de vivienda, se queda lejos de los anuncios realizados. Barcelona tiene actualmente en proyecto la construcción de unas 4.300 vivienda de protección, la mitad ya en obras y la otra mitad para iniciar en 2024. La Comunidad de Madrid, sin embargo, tiene en marcha más de 8.000, el doble, sin necesidad de atacar a los promotores: 1.500 de la Agencia de Vivienda Social, 4.200 de colaboración público-privada a través del Plan Vive y unas 2.400 ya adjudicadas del mismo Plan.

Alquileres más caros

Colau también prometió abaratar y facilitar el alquiler, pero el fracaso en su consecución ha sido estrepitoso. El stock de pisos en el mercado del alquiler en Barcelona se desplomó más de un 50% durante la pasada legislatura. Y esto, unido a la creciente demanda, ha disparado los precios de arrendamiento.

En concreto, la oferta de viviendas en alquiler se ha reducido hasta un 51% en los últimos cuatro años, comparando los datos de stock del primer trimestre de 2019 con los del mismo periodo de 2023, según un estudio publicado por Idealista. Se trata de un descenso muy superior al registrado en el resto de España, cuya media se sitúa en el 28%. Tan sólo Cuenca (-59%) supera a Barcelona con la mayor caída.

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Menos oferta y más demanda se traduce, sí o sí, en precios más altos. El alquiler medio en Barcelona ya ha alcanzado los 20 euros por metro cuadrado al mes, tras subir un 18% en el último año, según los últimos datos de Idealista, del pasado mes de septiembre. Es la tercera mayor subida de precios de España, tras Valencia y Alicante. Y desde el cierre de 2015, año en el que Colau llega a la Alcaldía, el alquiler medio ha subido más de un 50% en la Ciudad Condal.

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Además, la limitación de precios que aplicó Cataluña entre 2020 y 2022, con el apoyo entusiasta de Colau, perjudicó especialmente a los más vulnerables. Así, según un estudio realizado por Esade, el control de precios provocó un descenso en la oferta de alquiler de alrededor del 10%.

Y las viviendas destinadas a las rentas más bajas sufrieron un encarecimiento de casi el 13% en las zonas limitadas, mientras que en el resto tan sólo aumentaron un 7%. Curiosamente, fueron las rentas más altas las que más se beneficiaron de dichos controles, dado que las viviendas más caras bajaron de media un 5%.

Paraíso de los okupas

Y todo ello sin contar que Barcelona es el paraíso de los okupas. Según los últimos datos del Ministerio del Interior, Cataluña lidera el número de okupaciones a nivel nacional, con más de 1.600 casos, representando el 40% de todo el país. Y la mayoría de usurpaciones, más del 90%, se producen en Barcelona.

Así pues, Colau ha cosechado uno de los peores resultados de España en materia inmobiliaria. Menos oferta de pisos, alquileres mucho más altos, más dificultades para acceder a los arrendamiento, sobre todo entre las rentas más bajas, y un grave problema de inseguridad e indefensión como consecuencia del elevado número de okupas. Pero parece que poco o nada importa, puesto que, pese a todo, es la candidata con más opciones para ser nombrada Ministra de Vivienda en el nuevo Gobierno de Sánchez.

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