El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, ha advertido este viernes de que penalizar en términos de fiscalidad a la banca y a la gran empresa supone "pegarse un tiro en el pie", y ha subrayado que los bancos españoles sufren una "discriminación adicional" con el impuesto a las entidades financieras que el Gobierno conoce.
Gortázar se ha referido así a diversas preguntas acerca del impuesto a la banca, que PSOE y Sumar plantean alargar de forma indefinida en su acuerdo de legislatura, un pacto que también incluye extender el gravamen a las energéticas y endurecer la tributación mínima del 15 % en el Impuesto de Sociedades.
En la rueda de prensa de resultados de enero a septiembre, que se ha celebrado en Valencia, Gortázar ha asegurado que "gravar a la banca más que a otros sectores" supone "pegarse un tiro en el pie" porque "es el aparato circulatorio" de la economía.
Compromiso con España pese al impuesto
Preguntado por el caso de Repsol, que ha dicho que la falta de estabilidad en el marco regulatorio y fiscal de España podría condicionar futuros proyectos industriales de la compañía en nuestro país, Gortázar ha dejado claro que CaixaBank va a mantener su "compromiso con España, en todo caso y en cualquier escenario".
No en vano, Gortázar ha recordado que CaixaBank, cuyo segundo mayor accionista es el Estado, tiene un 90 % de su actividad en España, donde es el primer banco.
Con todo, Gortázar ha asegurado que la "discriminación adicional" que sufre en materia fiscal la banca española hace que no exista "aliciente" para que "el capital en exceso" que se genera con su actividad se quede en el banco, porque entonces está sujeto al impuesto "y si lo distribuyes no", ha lamentado.
Asimismo, preguntado por las grandes empresas y su trato fiscal, ha comentado: "Si penalizamos a las grandes empresas nos pegamos un tiro en el pie. (...) No podemos penalizar a las grandes empresas por ser grandes", y ha asegurado que la gran corporación es "mucho más productiva" que la pequeña.
Discriminación con cajas y banca
Durante la rueda de prensa de los resultados hasta septiembre, período en el CaixaBank ganó 3.659 millones, un 48,2% más, Gortázar ha asegurado que el grupo afronta un tipo efectivo del 36%, y que su carga fiscal se tradujo en 2.093 millones en impuestos devengados, incluyendo ahí el Impuesto de Sociedades, el impuesto a la banca y el de los depósitos.
"Hay una discriminación adicional que no está justificada y que conoce el Gobierno, y creo que dentro del debate que se pueda producir en los próximos meses me parece lógico que se tenga en cuenta", ha dicho Gortazar, que ha vuelto a defender la desaparición de este impuesto, que ha recordado que es "sobre los ingresos y no sobre los beneficios".
Tras comentar que CaixaBank ocupa el puesto número 24 de la lista de 35 empresas del Ibex en términos de rentabilidad, ha denunciado que el impuesto "discrimina a la banca regulada respecto a la llamada banca en la sombra", con actores como los llamados fondos buitre.
"Estamos incentivando que la actividad se vaya desde la banca regulada a la banca en la sombra. No tiene sentido", ha subrayado Gortázar. Ha alegado también que CaixaBank resulta discriminada también respecto a bancos extranjeros que compiten con él en operaciones de financiación en España.
Incluso se ha quejado de que CaixaBank compita "en posición de desventaja" con la cajas rurales en operaciones en la llamada España vaciada, al estar estas entidades exentas del impuesto bancario.
No hay "beneficios caídos del cielo"
Para poner en contexto el resultado de CaixaBank, Gortázar ha asegurado que aunque el beneficio hasta septiembre pueda parecer "extraordinariamente elevado", no lo es, porque hay que ponerlo en contexto con los fondos propios y con la base de accionistas, y ha subrayado que la rentabilidad de CaixaBank es del 11,9%, un nivel "razonable".
En esa línea, ha insistido en que el banco aún no cubre el coste del capital, hito que estaría en torno "al 13 o al 14%", por lo que ha subrayado que CaixaBank está "muy lejos de lograr un beneficio récord" este año y también de rentabilidades obtenidas en el pasado.
Asimismo, ha alertado de que si se mira solo "la parte alta del ciclo" de la banca, es decir, cuando los tipos de interés crecen, se cae en una visión "parcial" del sector, y ha dicho que si su sector no cubre siquiera el coste de capital tampoco atrae capital y ello puede ser un problema para la economía en contextos económicos adversos.
Por ello, ha concluido que no se están dando beneficios "extraordinariamente elevados y caídos del cielo", y ha comentado que los porcentajes de incrementos en el beneficio son fruto de la subida de tipos, pero que el año que viene no se verán incrementos porcentuales de beneficio de ese nivel, sino mucho más moderados.
En cuanto al debate sobre la subida de las hipotecas, ha dicho que, de acuerdo a los datos de CaixaBank, que tiene un 25% de cuota de mercado en este ámbito, la subida media ha sido de unos 90 euros, por lo que ha pedido que se haga un debate público sobre esta cuestión con cifras "objetivas y probadas".
También ha cuantificado en 6.000 personas las solicitudes recibidas por parte de CaixaBank para acogerse al código de buenas prácticas y ha augurado que las cuotas hipotecas pueden empezar a bajar en torno a mayo de 2024, una vez que la curva de tipos de interés dé la vuelta, hacia finales de este año.