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Riqueza, innovación y empleo: el éxito de Repsol que irrita al Gobierno

El Gobierno responde a la riqueza y actividad que genera Repsol en España friéndola a impuestos.

El Gobierno responde a la riqueza y actividad que genera Repsol en España friéndola a impuestos.
El presidente no ejecutivo de Repsol, Antonio Brufau con el consejero delegado, Josu Jon Imaz. | EFE

Si uno quiere buscar un ejemplo de éxito, profesionalidad, disciplina, contribución, responsabilidad empresarial y social, pocas empresas encajan tan a la perfección como lo hace Repsol. La compañía que preside Antonio Brufau y que capitanea como consejero delegado Josu Jon Imaz, sigue cosechando éxitos, resolviendo los problemas de miles de clientes, al mismo tiempo se convierte en la compañía que más aporta a las arcas públicas, y en una de las que más riqueza tangible e intangible genera para sus clientes en España.

A través de su aplicación Waylet, Repsol alcanza los 7 millones de clientes a quienes les ha generado en descuentos un ahorro de 100 millones de euros, duplicando, por ejemplo, el ahorro que ofrece a sus clientes en los repostajes de gasolina que llegan, en algunos casos, hasta a 40 céntimos por litro de combustible. Muy por encima de las ayudas que se permitió el Gobierno de 20 céntimos por litro, que, esa sí, salía del bolsillo de los españoles y no de la cuenta de resultados de ninguna empresa.

No sólo eso. Según los resultados trimestrales anunciados esta semana por Repsol, se ha convertido en la compañía del Ibex 35 que tiene el dudoso honor de ser la que más recursos aporta a las arcas públicas. Entre enero y septiembre Repsol mantuvo un elevado nivel de aportación fiscal, con 10.890 millones de euros aportados a las arcas públicas. Cerca del 70% (7.441 millones) corresponden a España. Los tributos propios devengados ascendieron a 3.206 millones de euros y representaron más de la mitad de los beneficios (52%). Además, la compañía contribuyó durante el período con una tasa del Impuesto sobre Sociedades del 37%, muy por encima del tipo nominal aplicable en España −del 25%− y de la media de los países de la OCDE.

Además, su inversión en los 9 primeros meses del año superó los 4.300 millones de euros lo que supone un incremento sobre el mismo periodo del año anterior del 82%. Esas inversiones se han efectuado principalmente en España y EEUU. Además casi 4 de cada 10 euros han ido destinados a proyectos de bajas emisiones.

Por otro lado también es importante recordar que Repsol no siempre ha dado beneficios. En los años 2019 y 2020 arrojó pérdidas superiores a los 7.000 millones de euros.

Pese a que siempre han defendido desde Repsol la necesidad de seguir usando hidrocarburos para el desarrollo de la humanidad y que sigamos disfrutando de los estándares de desarrollo que hemos alcanzando (no olvidemos que los plásticos que, por ejemplo, esterilizan un quirófano, exigen gracias al petróleo y compañías como Repsol), la compañía también ha mostrado su compromiso con los objetivos de descarbonización y cuidado del medio ambiente a los que obliga la famosa agenda 2030.

Estimar cuánto aporta Repsol al PIB nacional no es sencillo de medir, pero la riqueza que genera para todos los españoles trasciende las cifras. ¿Cómo se puede medir el impacto de su actividad en España? ¿La garantía de suministro de hidrocarburos? ¿Lo que aporta en términos de competitividad para los consumos energéticos? Sólo por aportar algunas cifras más, Repsol genera el 20% de toda la energía consumida en España. O en términos de empleo, dando trabajo a más de 17.000 personas en España (24.000 en todo el mundo).

Repsol es intensivo en creación de empleo, indefinido y de calidad. No en vano, durante años, la compañía ha recibido el precio a empresa mejor valorada por sus propios empleados.

Resumiendo mucho se podría decir que Repsol es uno de los campeones nacionales que tiene España. Una compañía de éxito que pasea el nombre de España por mercados tan importantes como el norteamericano, LATAM o Asia. Genera valor para sus clientes, para sus empleados y para las sociedades y economías en las que opera.

Dicho todo esto, que el Gobierno de España premie a compañías como Repsol con persecución fiscal y administrativa parece una broma de mal gusto. Esto es lo que subyace detrás de la advertencia que lanzó la ministra de Economía en funciones, Nadia Calviño, en su respuesta a las palabras de Imaz: "Las empresas españolas están teniendo beneficios récord con el Gobierno de Pedro Sánchez". Una suerte de aviso a navegantes.

En realidad, los impuestos especiales puestos sobre energéticas y bancos, a las empresas de bandera españolas convierte a nuestras compañías en empresas de segunda dentro de su sector y en el contexto global de competencia internacional.

A Ferrovial el Gobierno le amenazó con echarle a la Agencia Tributaria Encima, el presidente del Gobierno llegó a señalar como antipatriota al presidente de la compañía Rafael del Pino. A Mercadona también se le ha señalado por parte del Gobierno por ser "avaricioso" para culparle del fortísimo encarecimiento de los alimentos. Antes ya culpó a las eléctricas de la subida del precio de la luz y a los bancos de la subida del precio de las hipotecas. Todos tienen la culpa menos el propio gobierno que, dicho sea de paso, sigue sin deflactar la tarifa del IRPF ni reducen el nivel de gasto para tratar de amortiguar la inflación.

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