La Comisión quiere establecer "acciones inmediatas para apoyar a la industria europea de la energía eólica". Se trata del título de una de las últimas comunicaciones traslada al sector por Bruselas cuando lo cierto es que es complicado dar más facilidades al desarrollo urgente de los parques eólicos.
La UE quiere alcanzar el objetivo "de, al menos, un 42,5% de energía renovable para 2030, con la ambición de alcanzar el 45% de energías renovables" en el mismo periodo de tiempo. Bruselas sigue elevando, de este modo, sus aspiraciones verdes y adelanta ya que es consciente de que ese plan "requerirá de un aumento masivo de la capacidad instalada por energía eólica con un crecimiento esperado de 204 GW en 2022 y más de 500 GW en 2030".
Para la Comisión Europea, "la energía eólica es ya una historia de éxito en la UE", pero quiere más. Según Bruselas, sigue habiendo "una demanda insuficiente e incierta, permisos lentos y complejos, falta de acceso a las materias primas, alta inflación y precios de los productos básicos, diseño poco favorable de las licitaciones nacionales, aumento de la presión de los competidores internacionales y riesgos sobre la disponibilidad de una mano de obra calificada". Y la UE quiere soluciones a todo ello.
Bruselas tiene claro, en consecuencia que "esta situación requiere una acción inmediata". Y esta es la razón por la que, "la Comisión Europea ha presentado un Plan de Acción Europeo de Energía Eólica para garantizar que la transición de la energía limpia vaya de la mano de la competitividad industrial y que la energía eólica siga siendo una historia de éxito europea". El Plan de Acción quiere lanzar una "cartera de proyectos clara y segura, atrayendo la financiación necesaria y compitiendo en igualdad de condiciones a nivel mundial". Y eso exige, según Bruselas, acelerar la implantación eólica "en alta mar", "el despliegue a través de una mayor previsibilidad y permisos más rápidos", un nuevo "diseño de subasta mejorado" y acceso a "financiación".
Es más, Bruselas quiere un "compromiso de los Estados miembros" contundente en favor de las concesiones eólicas. Como si ahora no lo fuese. Por todo ello, "la Comisión trabajará con los Estados miembros y la industria eólica en una Carta Eólica de la UE para mejorar las condiciones propicias para que la industria eólica europea siga siendo competitiva". Y para lograr "una nueva visión para el despliegue acelerado de la energía eólica marina".
Así, la UE quiere "que la energía eólica marina haga una contribución significativa a los objetivos climáticos y energéticos de la UE en los próximos años. Sobre la base de la Estrategia de Energías Renovables en Alta Mar de 2020, los Estados miembros acordaron recientemente nuevos y ambiciosos objetivos para la generación de energía renovable en alta mar para 2050, con objetivos intermedios para 2030 y 2040 para cada una de las cinco cuencas marítimas de la UE". Y esta es la razón "por la que la Comisión está redoblando sus esfuerzos para apoyar específicamente al sector de las energías renovables en alta mar, estableciendo acciones adicionales para: fortalecer la infraestructura de la red y la cooperación regional, acelerar los permisos, garantizar la planificación espacial marítima integrada, fortalecer la resiliencia de la infraestructura, mantener la investigación y la innovación, y desarrollar las cadenas de suministro