El Gobierno (todavía en funciones) de Pedro Sánchez parece decidido a mantener bajo control absolutamente todo en la vida financiera, mediática, judicial y política de este país. Bajo su control. Y actúa como si así fuera. Si en clave política se permite mentir y pactar con quien sea necesario para poder mantenerse en el poder, así como cambiar las normas que rigen el funcionamiento del parlamento para que favorezca a sus intereses, en el plano judicial mantiene a Pumpido como colaborador necesario para que sus aberraciones jurídicas tengan encaje en la Constitución. Algo que, precisamente, supondrá (para otros muchos juristas de prestigio) la derogación de la misma.
En el plano mediático sucede algo parecido con Prisa, su presidente, Joseph Oughourlian, y los favores que desde la SEPI le han hecho para que mantenga el principal bastión de propaganda del Gobierno (El País y la SER) atento a sus necesidades.
Y aquí entra precisamente la mano ejecutora del Gobierno y sus manos derechas monclovitas: La SEPI, actual máximo accionista de Indra y que ya ha asomado la patita confesando a la CNMV que explora la posibilidad de comprarle a los saudíes la parte de Telefónica que el Gobierno todavía no ha decidido si dejaría o no convertir en acciones para alcanzar el 9,9% del capital de la operadora española.
Así las cosas, fuentes de mercado indican a Libre Mercado que la cosa está en tablas. Por un lado, los saudíes están satisfechos con el 4,5% que tomaron del capital de la empresa española y no ambicionan, siempre según estas fuentes, convertir el 5% que tienen en productos derivados y para cuya conversión en acciones necesitaban el sí del Gobierno.
Lo más curioso de todo es que el Gobierno, que ya posee prerrogativas que le permiten influir en Telefónica (por ejemplo, permitiendo o no que éste o aquel inversor se haga con ese paquete) quiera ejercer la acción por sí mismo y entrar en el capital de la empresa, volviendo a hacer pública una parte de una compañía que costó mucho liberalizar.
A través de la SEPI el Gobierno mantiene consejeros y participación en:
- Ebro Foods con un 10,36%
- Enagás con un 5%
- Hispasat con un 7m1%
- Altesis Aerospace con un 24,05%
- Airbus Group con un 4,12%
- Enresa con un 20%
- IAG con un 2,5%
- Indra con un 27,9%
- Redeia (antigua REE) con un 20%
- EPICOM con una participación del 40%
Además, está presente en Mercasa, Navantia, Grupo Tragsa, Grupo HUNOSA, Grupo ENUSA, ENSA, EFE, Gruo SEPIDES, MAYASA, CETARSA, Hipódromo de la Zarzuela, Saeca, Cofivacasa, Correos y RTVE.
De entrar en Telefónica, los tentáculos del Gobierno controlarían por completo la estrategia de defensa con Indra y Telefónica, y participarían de la mayor operadora de telefonía de España. Estarían presentes en todo el espectro energético, mediático y de comunicaciones de España.
Según algunas fuentes, la estrategia empresarial de la mano de la SEPI viene conducida con mano de hierro directamente de la oficina económica de la oficina de asuntos económicos del Gabinete del presidente del Gobierno. Su conductor, Manuel de la Rocha, un desconocido en la SEPI y en la propia Telefónica. De momento, desde Economía, Nadia Calviño se ha limitado a decir que Telefónica es estratégica, "si no la más estratégica" de las empresas españolas. Le faltó decir, "la más estratégica de las que todavía no controlamos".
Otras fuentes consultadas indican que el Ejecutivo contempla a la SEPI y, a través de ella, a Indra, como las principales llaves para abrir la puerta de otros consejos de administración de las principales empresas españolas.