Las distintas asociaciones de empresarios han mostrado ya su preocupación ante la deriva totalitaria del Gobierno español, con los nuevos pactos de Pedro Sánchez. Además, no se percibe una mejora en la ya maltrecha seguridad jurídica de nuestro país, así como el castigo fiscal que el Gobierno ha prometido agravar en la próxima legislatura y que convierte a nuestro país en un auténtico infierno fiscal para empresas y trabajadores, para la clase productiva que tiene que ser la encargada de generar riqueza y prosperidad.
Por este motivo, no son pocos los empresarios que están planteándose mudar la sede de su compañía, o establecer fuera de nuestras fronteras los nuevos proyectos que planean para sus distintas líneas de negocio. Una compañía tan importante como Repsol ya lo advirtió, después de que Yolanda Díaz y Pedro Sánchez mantuvieran su intención de continuar cobrando un impuesto adicional a las empresas energéticas por el mero hecho de dedicarse a esa actividad, o la decisión de gravar un tipo efectivo del 15% a todas las empresas.
Además, el hecho de que el tribunal de Conde Pumpido, el Constitucional, decidiese avalar el impuesto a los grandes patrimonios para todo el territorio nacional, ha hecho que buena parte de las fortunas que residen en nuestro país se planteen marcharse de nuestras fronteras, ante un impuesto que recuperar Patrimonio, una figura que no existe en otros países del mundo y que, además, grava a personas cuyo patrimonio ya han tributado en el momento de su generación o su inversión.
En definitiva, que el régimen fiscal que hasta el pasado mes de octubre gozaba nuestro vecino portugués, y que permitía disfrutar de condiciones económicas favorables, ha atraído mucha atención durante estos años y ha dado trabajo a los despachos de abogados especializados en este tipo de operaciones.
En octubre de 2023 entraron en vigor los cambios en los Permisos de Residencia para Actividades de Inversión, la 'golden visa' portuguesa, y que revocaban la posibilidad de obtener ventajas fiscales por la realización de inversiones o la adquisición de viviendas o la contratación de depósitos de capital en el país.
Lo que se eliminó fue la obtención de la famosa golden visa por la adquisición de Real State, es decir, de vivienda. Hasta el 7 de octubre de 2023, la adquisición de vivienda entrañaba una serie de ventajas fiscales para establecerse en el país vecino. Ahora, la golden visa continúa funcionando pero únicamente para la inversión en sociedades cotizadas, en bonos públicos, etc. Pero las exenciones fiscales no fueron renovadas.
Por otro lado, el parlamento está debatiendo la aprobación del Proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2024, con las dificultades que la crisis política del país entraña (la dimisión de Costa por su investigación en una trama de corrupción relacionada con las energías renovables). Una de las medidas en estudio es la supresión del régimen de los Residentes No Habituales (RNH) relativo a la fiscalidad de las personas físicas. Se trata de un programa que ha funcionado muy bien en la atracción de inversiones extranjeras al país durante los últimos 12 años y el Gobierno socialista ha decidido suprimir completamente el RNH y limitar sustancialmente la famosa golden visa.
Para comprender el alcance real práctico de la medida, Libre Mercado se ha puesto en contacto con uno de los despachos de abogados especializados en este tipo de figuras como la golden visa, Balms Abogados.
Estos especialistas recuerdan que la golden visa sigue funcionando para inversiones que conduzcan a alguno de los siguientes objetivos:
- Creación de empleo: mediante la creación de una sociedad con un mínimo de 10 puestos de trabajo.
- Inversión en actividades de investigación: transfiriendo un capital mínimo de 500.000 euros para destinarlo a dichas actividades integradas en el sistema científico y tecnológico nacional.
- Apoyo al patrimonio cultural y a la producción artística: transfiriendo una capital igual o superior a 250.000 euros para la inversión o apoyo a la producción artística, restauración o preservación de patrimonio cultural nacional de Portugal
- Inversión en acciones y fondos: invirtiendo un capital igual o superior a 500.000 euros en participaciones de vehículos de inversión específicos, incluidos en determinados fondos basados en la legislación portuguesa, con un periodo de vencimiento mínimo de 5 años. Al menos el 60% deben ser inversiones a empresas establecidas en Portugal.
- Constitución o refuerzo de sociedades mercantiles: transfiriendo un capital igual o superior a 500.000 euros para la constitución de una sociedad mercantil con domicilio social en Portugal. Esto debe combinarse con la creación de un mínimo de 5 puestos de trabajo permanentes o el refuerzo del capital de una sociedad ya establecida.
En definitiva, estas son las vías para obtener ventajas fiscales para el establecimiento de residencia fiscal en Portugal. Una glden visa que pierde atractivo, pero que sigue manteniendo alternativas para aquellos inversores que busquen huir de infiernos fiscales como el español.