La reforma laboral ha alterado la forma en que se componen las estadísticas de empleo y ocupación, hasta el punto de que hay una profunda brecha entre los números oficiales que comunica el gobierno y las circunstancias reales del mercado de trabajo. Así lo pone de manifiesto el VII Observatorio Trimestral del Mercado de Trabajo, un proyecto de investigación coordinado por los economistas Florentino Felgueroso y Rafael Doménech.
El estudio en cuestión pone de manifiesto que, si bien el paro registrado de manera oficial se ha reducido en unas 155.000 personas entre los meses de octubre de 2022 y 2023, el paro efectivo ha experimentado un incremento de 10.000 personas a lo largo del mismo periodo. La métrica de paro efectivo se define como la suma del paro registrado y de los demandantes con relación laboral.
Los autores del informe recuerdan que, "aunque seguimos sin conocer el número de personas en cada una de estas situaciones, es probable que la evolución de los demandantes con relación laboral esté relacionada con la de los demandantes fijos discontinuos". Como es sabido, los trabajadores que cuentan con un contrato de este tipo solamente contabilizaban como ocupados cuando tal acuerdo laboral se activaba – por ejemplo, un trabajador ocupado año tras año en la vendimia pero parado el resto del ejercicio figuraba solamente como una persona con empleo cuando participaba en la campaña del vino, pero entraba nuevamente en la categoría de desempleado al concluir dicho proyecto.
Según el estudio, "entre noviembre de 2022 y octubre de 2023 se han registrado 2,4 millones de contratos fijos discontinuos, mientras que la afiliación al Régimen General con este tipo de contrato (es decir, en periodo de actividad) tan solo ha crecido en 38.000 personas entre octubre de 2022 y 2023".
El siguiente gráfico permite apreciar la brecha que está provocando el maquillaje estadístico. La serie aportada por los expertos de Fedea y BBVA arranca en abril de 2022, dejando atrás la pandemia e incorporando los cambios estadísticos que surgieron de la "contrarreforma laboral" que impulsó Yolanda Díaz.
Como puede verse, aunque el paro registrado ascendió en octubre de 2023 a 2.759.000 personas, la cifra de paro efectivo se sitúa en 3.387.000 personas, de modo que hay un diferencial de 628.000 efectivos entre los números oficiales que divulga el Ejecutivo y las cifras reales del ámbito laboral.
Por comparación, antes de la entrada en vigor de la "contrarreforma laboral", el diferencial entre el paro oficial y el paro real era mucho menor, de 241.000 personas en abril de 2022. Por lo tanto, desde que Yolanda Díaz puso en marcha su polémico "maquillaje estadístico", la distancia entre el paro registrado y el paro efectivo se ha vuelto cada vez más grande – hasta el punto de haberse triplicado.
De hecho, si comparamos el número de personas que están "ocultas" en las estadísticas de paro con la cifra total de desempleados efectivos, vemos que dicha cuota ha subido del 7% al 18% desde que Yolanda Díaz puso en marcha su "contrarreforma laboral".