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Los socios de Sánchez celebran la vuelta del Estado a Telefónica y claman por la renacionalización de empresas

Repsol, Endesa o Iberdrola. En Bildu ponen nombres a las empresas en las que debe entrar el Estado.

El análisis de Domingo Soriano: El Gobierno aprueba la compra del 10% de las acciones de Telefónica

El audio empezará a sonar cuando acabe el anuncio

Repsol, Endesa o Iberdrola. En Bildu ponen nombres a las empresas en las que debe entrar el Estado.
Díaz, Errejón, Echenique y Aizpurua | LM

El Estado vuelve a tener control sobre Telefónica y la izquierda, empeñada en dirigir la economía y suprimir la iniciativa privada, está de celebración. Son precisamente los socios de Gobierno de Pedro Sánchez, alegando el carácter estratégico de la compañía y la importancia de que el Estado esté presente en ella para garantizar su buen funcionamiento, los que han mostrado una mayor alegría tras conocerse la decisión del Consejo de Ministros de autorizar la adquisición de hasta un 10% del capital social de la operadora española por parte de la SEPI.

En este sentido, la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, publicó un mensaje en redes sociales en el que subrayaba que con esta operación se retoma un camino que "nunca debimos abandonar", haciendo referencia a las privatizaciones de "grandes empresas" durante los años 90 del siglo XX, entra las que se encuentra la operadora española.

"El Estado debe estar presente en las empresas estratégicas de nuestro país", afirmaba tajantemente la ministra y líder de Sumar en el mismo mensaje, donde, además, se jactaba de que finalmente se ha hecho realidad una de las peticiones de su partido. "Dijimos hace meses que era necesario. Hoy es una realidad", concluía.

En este mismo sentido se han pronunciado desde su propio partido. Así, la portavoz de Sumar en el Congreso de los Diputados, Marta Lois, quiso destacar la influencia que Díaz había tenido en esta operación, expresando que la entrada del Gobierno en la operadora respondía a una exigencia que ya había hecho en su momento la ministra de Trabajo.

Lois argumentó que la importancia del control del Gobierno sobre Telefónica radica en que la soberanía política incluye también lo que denominó "soberanía digital", haciendo referencia también a que debido a la información con la que trabaja la compañía se requiere de un organismo que vele por la privacidad de los clientes. "Cuando hablamos de soberanía política es muy importante hablar de soberanía digital. Es una empresa con una gran cantidad de datos por ello es necesario que resida en manos públicas y españolas", defendió.

Asimismo, también expresó su conformidad con esta decisión el portavoz económico de Sumar, Carlos Marín, quien afirmó que este es "un paso en la buena dirección". Del mismo modo, en clara referencia a la saudí STC y sus pretensiones de hacerse con una parte importante del capital de la operada, Marín destacó que se debe garantizar que ninguna empresa de fuera de la Unión Europea logre entrar en el consejo de administración de una empresa tan importante como lo es Telefónica.

Por su parte, otra de las caras más populares de la izquierda radical española y diputado de Sumar, Íñigo Errejón, también ha querido mostrar su alegría en Twitter.

En la misma línea ha ido su excompañero de partido, Pablo Echenique, que ha pedido al Estado que siga gastando dinero público en Bankia o Endesa, así como también que lance tanto un farmacéutica pública y hasta un supermercado público.

Bildu también se congratula

Y no sólo se han mostrado satisfechos con la toma de Telefónica desde Sumar o Podemos. También los filoetarras de Bildu ven con buenos ojos la decisión de Sánchez. "Es lo que hay que hacer", destacaba Mertxe Aizpurua.

Sin embargo, sus intenciones no se quedan ahí, porque también exigen que el Estado entre en más empresas. Así lo expresó Aizpurua en los pasillos del Congreso, preguntada por periodistas. Pero, además, Óscar Matute también se pronunció en estos términos a través de redes sociales, señalando a las empresas que cree deberían ser el próximo objetivo del Gobierno: Repsol, Endesa e Iberdrola.

Con todo, esto muestra con los apoyos de quién ha logrado renovar el Gobierno Pedro Sánchez: con radicales partidarios de la nacionalización de empresas, al estilo de regímenes autocráticos contrarios a la libertad.

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