Ya la EPA del IVTR-2023 mostró hace una semana que se había destruido empleo en el trimestre y que si no caía más se debía a la importante creación de empleo público, ya que el empleo privado disminuyó en más de 70.000 personas. El paro registrado y la Seguridad Social han confirmado que el año comienza con un importante deterioro del mercado laboral. Es cierto que la estacionalidad cuenta, pero también es cierto que la tendencia se confirma, tal y como muestran los datos.
Paro registrado
Sube el paro mensual en 60.404 personas. Si no baja más se debe a disminución de población activa y a los temporales convertidos en fijos-discontinuos, que dejan de computar en afiliación en su período de inactividad -coherente con la reducción de afiliación- pero que no son incluidos en el paro registrado.
La disminución de paro interanual (-140.537 parados) en enero es la tercera menor de un mes de enero de los últimos diez años. Andalucía, con 33.128 parados menos, lidera la disminución de desempleo.
Se queda en un 65,46% de la bajada del mismo mes del año anterior.
Además, el paro no se comporta peor porque no se contabilizan como parados los temporales convertidos en fijos-discontinuos.
Este camuflaje del paro debido al artificio de la conversión de temporales en fijos discontinuos se ve claramente de la siguiente manera:
El número de demandantes de empleo ocupados se incrementa en 31.550 personas en el mes y se sitúa en 1.238.149 (107.612 más que en enero del año pasado y 401.013 más desde septiembre de 2022).
Si sumamos a los 123.463 personas en los que aumentó en octubre, a las 110.697 que aumentó en noviembre, a las 31.227 en que se incrementó en diciembre, a las 28.014 personas en que se incrementó en enero, a las 4.571 personas en las que se incrementó en febrero, al descenso en 64.186 personas de marzo, al descenso de 70.226 personas en abril, al descenso de 17.543 de mayo, al aumento de 70.729 personas en junio, al incremento de 86.957 de julio, al incremento de 8.095 de agosto, al descenso de 100.955 en septiembre, a los 40.959 más de octubre, a los 77.842 de noviembre, a los 39.819 de diciembre de 2023, los 31.550 de enero de este año, llegamos a la cifra de 1.238.149 demandantes de empleo ocupados antes citado, que se explicarían por el cese de actividad de fijos-discontinuos, que antes, al cesar actividad pasaban a la situación de parados y ahora quedan excluidos de la relación del paro registrado
Adicionalmente, España tiene la mayor tasa de paro de la UE, con un 11.7% (casi el doble que la media de la UE, en el 5,9%), y la mayor tasa de paro juvenil de la UE, con un 28,6%, con la particularidad de que, por ejemplo, en Grecia, segundo país con mayor tasa de paro juvenil, ha venido descendiendo con mucha más fuerza desde junio que en España. En diciembre, último dato publicado en Eurostat, el paro juvenil baja 4,7 puntos en Grecia y sólo baja 1 décima en España.
Por sectores, se reduce el paro mensualmente en construcción (-1.234, muy estacional) y sube en agricultura (1.256), en industria (+440) y servicios (+58.721), sector este último, el más importante de la economía, que es donde crece casi todo el paro mensual. Aumenta también en el grupo "sin empleo anterior", al hacerlo en 1.221 parados.
Sube el paro femenino, en 41.904 personas y sube el masculino en 18.500 personas.
El paro entre los jóvenes (menores de 25 años) sube en 7.189 personas y siguen liderando, tristemente, la tasa de paro juvenil europea, con una tasa de paro juvenil del 28,6%, además de ser el séptimo país de la UE con más porcentaje de jóvenes que ni estudian ni trabajan.
Contratos
No sólo es que el empleo que se creó en los meses anteriores no fuese sólido: realmente, no se crea empleo, sino que se reparte empleo, en línea con el descenso de horas efectivamente trabajadas que muestra la EPA; es que este mes sube el paro y se destruye empleo. De hecho, este mes descienden de nuevo los contratos en tasa interanual, por vigésimo mes consecutivo, haciéndolo un 1,26%, equivalente a 15.149 contratos menos en tasa interanual.
En cuanto a los contratos indefinidos, caen un 4,47% (23.684 contratos indefinidos menos en comparación interanual), que demuestra que los incrementos de 2022 se debían al artificio de la reforma laboral, que obliga a la transformación de temporales en indefinidos fijos-discontinuos.
Además, un 51,96% de los contratos indefinidos del mes son o a tiempo parcial o fijos-discontinuos.
En 2022 hubo, al menos, un artificio de más de un millón y medio de este tipo de contratos acumulado en el año, con muchos trabajadores que firman varios contratos indefinidos a lo largo del mes al haberse prohibido la contratación temporal y no optar algunas empresas por la figura del fijo-discontinuo, sino por breves contratos indefinidos. En enero, febrero y marzo de 2023, prosiguió el efecto del artificio normativo, que empezó a corregirse, por comparación estadística, en abril y continúa, por los mismos motivos, en mayo, junio, julio, agosto, septiembre, octubre, noviembre y diciembre, que continúa en enero de 2024.
Cuando dichos contratos, antes temporales, acababan, engrosaban las listas del paro. Al pasar a fijos discontinuos, cuando cesan actividad no son considerados parados (de hecho, el incremento de los demandantes de empleo ocupados en la suma global de los últimos meses indica la merma en los datos de paro que antes se contabilizaban por este motivo y que por los propios datos que dio el ministerio en una respuesta parlamentaria a una pregunta escrita cifró en casi medio millón de parados no contabilizados) y que nunca más han vuelto a dar. La UE considera que hay casi un millón de personas (985.000) que no trabajan en España y que no están incluidas en las listas del paro.
Afiliación
En enero se destruye empleo con fuerza, al descender los afiliados en 231.250 personas, el segundo peor registro en enero desde 2013.
El empleo creado interanualmente (523.537 afiliados) es el quinto peor de un mes de enero -excluyendo 2020- de los últimos diez años. No es peor gracias a que Madrid (con 134.229 afiliados más) lidera la creación de empleo.
Además, se destruye empleo el último día del mes, 111.280 afiliados a la Seguridad Social menos. Desde febrero de 2020 hay 49.858 empresas menos, que son 2.921 empresas menos que el mes anterior.
Por tanto, la realidad no es la ciencia ficción que vende el Gobierno, ojalá que todo fuese tan bien, sino que lo que observamos es un mercado laboral exhausto, que se mantiene exclusivamente por el empleo público y el empuje del gasto público.