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¿Qué le vende España a Marruecos? Por qué el boicot nunca es buena idea

La balanza comercial entre España y Marruecos tiene un saldo positivo para España. Nuestro país vende casi 3.000 millones más de lo compra.

La balanza comercial entre España y Marruecos tiene un saldo positivo para España. Nuestro país vende casi 3.000 millones más de lo compra.
Cientos de tractores se suman a las protestas del campo este martes, llegando a Palencia desde distintos puntos de la provincia. | EFE

Las tractoradas de los agricultores españoles se han extendido por todo el país este fin de semana, aunque las protestas llevan sucediéndose desde hace más de 10 días tanto en España como en el resto de Europa. Uno de los asuntos más llamativos del conflicto es que las reivindicaciones que el sector lleva exigiendo durante todos estos días de movilizaciones no tienen una única naturaleza. Más bien, se están cruzando eslóganes que son polos opuestos: hay agricultores que piden más proteccionismo y los hay que piden más libertad para su actividad. Tampoco faltan los que claman por las dos cosas.

Menos impuestos, menos exigencias verdes, menos exigencias de seguridad alimentaria, más subvenciones al productor nacional, mayores precios en origen, más exigencias verdes y de seguridad alimentaria pero para los países extranjeros... La lista de demandas de los manifestantes es larga. Eso sí, exceptuando la parte contra las abusivas regulaciones climáticas de Bruselas, que es relativamente nueva, el resto de peticiones son las históricas dentro de este sector.

¿Más exigencias al extranjero o menos al nacional?

Una de las estampas que también estamos acostumbrados a ver desde hace décadas cuando el campo pierde la paciencia es la del saqueo de camiones extranjeros. En este punto, podríamos decir que Francia ha encendido la mecha. En los últimos días, los agricultores franceses han desvalijado camiones españoles y han llegado a prender fuego a frutas y verduras nacionales. También han vertido con "orgullo" cisternas de vino español.

Las declaraciones de la exministra de Medio Ambiente francesa, Ségolène Royal, asegurando que "las frutas y verduras españolas no respetan las normas francesas" y hasta que "son falsas e incomestibles" han contribuido a recrudecer el enfrentamiento entre los competidores de la UE, un territorio donde existe la misma regulación agroalimentaria para todos los productos. Royal debería saberlo.

Mientras tanto, en nuestro país la inquina del sector agrícola no mira tanto a Francia, sino a Marruecos. Manifestantes de Jerez de la Frontera han llegado a tirar la carga de un camión de tomates procedente de Marruecos por "competencia desleal". Los agricultores españoles aseguran que los productos procedentes de Marruecos no cumplen los requisitos fitosanitarios de la UE, por lo que estarían compitiendo con ventaja sobre un producto nacional asfixiado por los mandatos burocráticos. En este punto, lo primero que habría que reevaluar es cuáles de todas estas exigencias contribuyen verdaderamente a velar por la salud de los ciudadanos (las únicas que se deberían mantener). Después, solo hay dos caminos: o se rebajan los requisitos al producto europeo hasta el nivel de sus competidores extranjeros o se exigen los mismos estándares a países como Marruecos. No deben jugar con distintas reglas de juego.

Radiografía de la balanza comercial España-Marruecos

Pero ¿cómo son las relaciones comerciales entre España y el país africano? ¿qué le vende España a Marruecos y qué le compra?¿qué papel juega el sector alimentario en estos intercambios? A continuación, las cifras.

Lo primero que hay que tener en cuenta es que la balanza comercial entre España y Marruecos es positiva para España. Según los últimos datos del ICEX, hasta el pasado mes de noviembre nuestro país exportó productos por valor de 11.249 millones de euros e importó bienes por 8.334 millones, unas cifras muy similares a las de 2022, como se observa en el siguiente cuadro.

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Eso sí, por categoría de productos, Marruecos vende a España alimentos y bienes de consumo por más valor que los que compra, mientras que el valor de las exportaciones de bebidas, productos industriales y tecnología de España a Marruecos es superior que sus importaciones.

En la siguiente tabla se observa la balanza comercial del sector agroalimentario con Marruecos. En esta categoría, el intercambio comercial resulta negativo para España con un saldo en 2023 de 947 millones de euros menos. Está cuantía es más baja que la de 2022 y 10 veces menor que los 9.759 millones que España exporta más a la UE-27 de lo que les compra a los vecinos europeos, por lo que el papel de Marruecos en el comercio alimentario español es secundario.

En concreto, hasta noviembre de 2023, España exportó a este país 1.005 millones de euros en alimentos y compró 1.952 millones. Revisando el histórico de hace más de 10 años, esta balanza siempre ha sido deficitaria para nuestro país.

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En el área de productos industriales y tecnología el resultado es el contrario debido al mayor nivel de desarrollo de nuestro país. Como se observa en la siguiente tabla, España vendió en 2023 a Marruecos más de 4.039 millones de euros más que lo que le compró en este sector.

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Lejos de querer contribuir a la atribución de que las exportaciones son intrínsecamente "buenas" y las importaciones intrínsecamente "malas", esos son los datos. De hecho, es el producto barato el que contribuye a aumentar el bienestar de los consumidores (siempre que no contenga elementos tóxicos o nocivos para su salud, por supuesto).

Eso sí, una cosa es que el Estado garantice la salubridad de lo que consumimos y otra que se crea que el ciudadano de a pie no sabe que el producto local tiene una calidad superior (de frescura, de sabor... ) a la del que viaja durante miles de kilómetros en un camión frigorífico. Por tanto, son los ciudadanos los mejores jurados para evaluar la calidad de los alimentos.

La agricultura española necesita menos costes laborales, menos impuestos, menos imposiciones como las de la Agenda 2030, poner en valor su excelente calidad e innovar para ser más eficientes (a golpe de subvención es difícil). El proteccionismo o el boicot solo empeorará las cosas eliminando oferta en el mercado. Y eso se traduce en precios más altos.

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