Menú
José María Rotellar

Todas las alertas que amenazan a la economía española

Cuando Sánchez no pueda mantener el artificio del gasto público, el drama será mucho mayor, por el agravamiento de los problemas aplazados.

Cuando Sánchez no pueda mantener el artificio del gasto público, el drama será mucho mayor, por el agravamiento de los problemas aplazados.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez | Europa Press

La economía española cuenta con unos grandes problemas estructurales, como comentábamos hace unos días, entre los que se encuentra las bajas productividad y competitividad, que hacen que nuestra economía no pueda desarrollarse de una manera más eficiente, penetrar nuestras empresas en más mercados y generar más actividad económica y empleo.

El gasto público se encuentra disparado, con un incremento acelerado que impulsa el desequilibrio presupuestario, con casi 80.000 millones de euros de incremento en el gasto no financiero de los Presupuestos Generales del Estado desde que Sánchez es presidente.

1techo-gasto-no-financiero.jpg

Como ese gasto estructural está levantado sobre unos ingresos coyunturales espoleados por la inflación, ahora que los ingresos comienzan a presentar signos de debilidad, el desequilibrio estructural de las cuentas pública aumentará, de forma que avanza ya hacia un déficit estructural del 5%. Eso repercute en la ingente deuda pública española, cercana a los 1,6 billones de euros, que haría que su situación fuese insostenible de no contar con el respaldo del BCE.

Adicionalmente, nos encontramos con un sector exterior en retroceso, debido a que nuestros socios comerciales ven caer sus economías, que implicará un menor número de exportaciones -también debido a la pérdida de competitividad de la economía española- y un descenso del número de turistas que se producirá debido también a la pérdida de renta disponible extranjera.

El consumo interno no cuenta con mucho margen, pues agotados los ahorros del tiempo de la pandemia, la fuerte inflación y la subida de costes financieros dejan a familias y empresas con una fuerte pérdida de poder adquisitivo.

Por último, la inseguridad jurídica ahuyenta inversiones y hace replantearse ahora mismo cualquier iniciativa empresarial, debido a que la política económica del Gobierno carece de un criterio firme, racional y ortodoxo, más allá de fiarlo todo al gasto público, que habrá de cesar con el retorno de las reglas fiscales, ya vigentes este ejercicio. En el caso de la inversión extranjera, el efecto expulsión es clarísimo.

2-inversion-extranjera-recibida.jpg

Todo ello, conforma unas malas expectativas, que se reflejan en el empeoramiento de los datos de la industria y de la inversión, que, por sus características de tiempos con los que tienen que producir e invertir, respectivamente, adelantan expectativas, en este caso, malas.

Así, la industria, aunque sorprendentemente crece en el dato de contabilidad nacional trimestral del IVTR-2023, cae tanto en el Índice de Producción Industrial (IPI) como en las cifras de negocios de la industria, hechos que hacen más sorprendente el dato trimestral de crecimiento que da la contabilidad nacional en dicho sector.

Las cifras de negocios de la industria muestran ese descenso en noviembre, con una caída tanto en el índice general como en los bienes de consumo duraderos, que anticipan más las expectativas, al tratarse de fabricación de bienes que son los primeros que se ralentizan cuando se prevé un empeoramiento de la situación, por el importe más elevado de su coste y el replanteamiento de dicho consumo por parte de los consumidores, que tiene su reflejo en el descenso de producción industrial de los mismos.

3cifras-negocios-industria.jpg

Lo mismo sucede con el IPI, que cae con fuerza tanto en su índice general como en los bienes de consumo duraderos, mensual e interanualmente, así como en la media de lo que va de año.

4indice-produccion-industrial.jpg

Por ello, es sorprendente que en la CNTR el INE haya dado un crecimiento fuerte a la industria, dándole la vuelta a la evolución que dicho sector presentaba en la propia contabilidad.

En cuanto a la inversión, también se nota el empeoramiento de expectativas, pues el retroceso que se da es claro, con un empeoramiento de casi cinco puntos trimestrales entre el comienzo y el final del año.

5crecimiento-trimestral-inversion.jpg

Todo ello, insisto, denota un claro empeoramiento de expectativas de la economía española, que necesita reformas estructurales profundas, reducción drástica del gasto, que permita, primero, estabilizar el presupuesto y, después, alcanzar un superávit que haga posible reducir la deuda en valores absolutos, eliminar trabas a la inversión y al desarrollo empresarial y bajar impuestos, además de dotar de seguridad jurídica a la economía. Si no, el empeoramiento de expectativas continuará y cuando Sánchez no pueda mantener por más tiempo el artificio del gasto público, entonces el drama será mucho mayor, por el agravamiento de los problemas aplazados.

Temas

En Libre Mercado

    0
    comentarios