El Gobierno de Sánchez parece haber encontrado la vía perfecta para poder culminar el asalto al espectro financiero y mediático, uno de los últimos que le restan para tratar de aglutinar el poder en toda su dimensión.
Ya dominan el Ejecutivo, el legislativo y el judicial, controlando la Fiscalía General del Estado y el Tribunal Constitucional. En su ambición de poder, restan el control total de medios de comunicación, aunque ya dominan la televisión pública, y el control financiero, de los grandes capitales de España y que tienen que ver con buena parte de las compañías que componen el Ibex 35. De ellas, ya dieron el verano pasado el golpe de mano en Indra y han anunciado su entrada en Telefónica.
Sin embargo, se ha filtrado desde hace tiempo el interés por blindar Prisa o controlar la Fundación La Caixa (movimiento para el que trataron de apartar a Fainé, sin éxito).
Así las cosas, el Gobierno se ha sacado de la manga, literalmente, una nueva SEPI, pero superdotada o superdopada. Si el patrimonio neto de la SEPI apenas supera los 2000 millones de euros y su capital destinado a inversiones es de 200 millones, esta semana Escrivá anunciaba una nueva empresa pública, consistente en otra sociedad de participaciones, centrada en inversiones en los sectores digitales, tecnológicos y audiovisuales. Lo más importante: dotada con 20.000 millones.
Se trata de la Sociedad Española para la Transformación Tecnológica (SETT) y estará compuestA por los 12.000 millones del PERTE Chip, los fondos Next Tech, para escalar startups de 4.000 millones y el Hub Audiovisual de 1.700 millones, de momento.
A esto se suman los 40.000 millones que anunció esta semana Carlos Cuerpo, ministro de Economía, en créditos blandos del ICO.
La herramienta perfecta para Sánchez
La naturaleza de esta nueva sociedad pública, dotada con los milmillonarios fondos europeos, es una herramienta a la medida de Sánchez para entrar en el capital de las compañías más importantes del país, o en aquellas en las que su participación sea clave para mantener la actividad o el control.
Ya han confirmado que la participación que han anunciado en Telefónica del 4,5% ampliable al 9,9% irá en la SETT. La pregunta que queda ahora en el mercado es ¿quién será el siguiente?
Fuentes consultadas por Libre Mercado dan por hecho que una de las siguientes compañías en las que entrará este nuevo mecanismo dotado con 20.000 millones será el grupo Prisa, que vive desde hace años una larga agonía financiera. Mantiene una deuda de más de 760 millones de euros y la acción se cambia a precio de derribo, en el entorno de los 30 céntimos por título.
Su valor en bolsa no llega a los 230 millones de euros y mantiene un PER (precio por acción / beneficios) en -7.
Estas fuentes señalan que el espíritu de los instrumentos que integran el nuevo SETT, la nueva SEPI tecnológica, serían capaces de justificar cualquier decisión de toma de posesión en compañías del Ibex 35, ya que todas tienen algún tipo de componente tecnológico o de digitalización, lo que convierte a la nueva Sepi tecnológica del Gobierno en la herramienta perfecta para acometer el asalto al espectro financiero y mediático.