La inflación se modera en Argentina. El "apretón monetario" que ha impulsado Javier Milei a través del nuevo equipo de gobierno del Banco Central se ha traducido en una "congelación" de la base monetaria que, expresada en términos reales, supone una contracción de hasta el 30%. En paralelo, el "apretón fiscal" que dio pie al primer superávit presupuestario mensual en más de una década se ha traducido en un descenso del 36,5% en los niveles de gasto del gobierno central. Esta contracción monetaria y fiscal se está traduciendo en una progresiva moderación de los niveles de inflación que invita al optimismo.
Así, el dato oficial del IPC intermensual comunicado esta semana por el Instituto de Estadística argentino para el mes de febrero apunta que los precios habrían experimentado una subida del 13,2%, en línea con las previsiones del propio ministro de Economía, Luis "Toto" Caputo, avanzadas hace dos semanas por Libre Mercado. Este dato supone una rebaja con respecto al ritmo de crecimiento de los precios apreciado en diciembre (25,5%) y enero (20,6%), de modo que la Era Milei arranca de manera prometedora.
De hecho, Caputo espera que el IPC se sitúe por debajo del 10% y alcance tasas de un solo dígito antes de mediados de año, señalando incluso que "sin reconsiderar el efecto arrastre y la recomposición de precios relativos en ámbitos como el transporte, los precios ya están en ese terreno".
Otras mediciones, en la misma línea
La mala calidad de las informaciones estadísticas suministradas por el peronismo a lo largo de los años ha hecho que surjan otras mediciones alternativas del IPC, a menudo conocidas antes del IPC oficial. Es el caso del indicador CREEBA, que se publicó el 4 de marzo y avanzó en el segundo mes del año a una tasa mensual del 14,5%. Si se compara el dato de febrero del IPC CREEBA con el de diciembre y enero, se observa una clara tendencia a la baja, puesto que el año 2023 habría cerrado en el 26,1% de diciembre, mientras que 2024 habría arrancado con el 22,7% de enero, antesala del 14,5% estimado para febrero.
El servicio IPC Online alcanzó una conclusión similar en un boletín que salió a la luz el día 29 de febrero, al final del mes. En su caso, el dato estimado para diciembre fue del 23,9% y el de enero, del 23,7%; en cambio, en febrero se habría consolidado una rebaja del Índice de Precios de Consumo hasta el 10,9%, lo que situaría al país del Cono Sur al borde de alcanzar tasas de un sólo dígito, si bien esta estimación es más optimista que las del resto de servicios de análisis.
Otra forma de analizar la tendencia de la inflación pasa por el análisis del indicador de IPC de Buenos Aires, publicada el 8 de marzo. Este cálculo arroja una tasa del 21,7% para el mes de enero, frente a una caída al 14,1% en febrero. De nuevo, se trata de un descenso notable que alumbra una evolución positiva en una de las cuestiones más delicadas para la economía argentina, aunque limitado a la economía bonaerense.
Revertir la hiperinflación peronista
Poner fin a la continua escalada de los precios es de una importancia capital para Argentina, puesto que el aumento interanual del IPC es del 270% y sitúa la herencia recibida por Milei en el terreno de la "hiperinflación". El componente fiscal de la subida de precios ha sido una constante, puesto que el Banco Central financiaba directamente los desequilibrios presupuestarios de los gobiernos peronistas, hasta el punto de que el dinero inyectado por esta vía a lo largo de los últimos años ronda el 20% del PIB, según ha estimado el propio presidente Milei.
Otra buena noticia para el dirigente liberal es que el riesgo país ha venido bajando como resultado de la mejora preliminar de estos indicadores. Este indicador alcanzaba los 2.500 puntos a mediados de noviembre de 2023, pero alcanzó los 1.700 puntos en el ecuador de marzo de 2024, de modo que la caída en el indicador análogo a la "prima de riesgo" se sitúa por encima del 30% en los últimos cuatro meses.
En relación con esta evolución favorable, "Toto" Caputo se ha jactado públicamente de que la brecha real entre el peso y el dólar se ha cerrado en un 30%" y apuntó que el objetivo de medio plazo es permitir la libre competencia de diversas monedas, incluido el dólar. En paralelo, Javier Milei ha apuntado que el cepo cambiario que limita la entrada y salida de divisas podrá levantarse próximamente, si bien aún hace falta elevar en al menos 15.000 millones las reservas de divisa extranjera para que así sea. Según el presidente, este paso podría darse antes de final de año pero, de momento, el gobierno ha avanzado en esta línea y acaba de liberalizar las importaciones de productos básicos de supermercado y medicamentos.