Pocos académicos han trabajado las series largas de la economía española con la habilidad de Leandro Prados de la Escosura. El Catedrático de la Universidad Carlos III ha dedicado parte importante de su carrera a construir bases de datos que nos permiten conocer estadísticas aproximadas de variables macroeconómicas clave para los últimos 150 años.
De especial interés es su Índice Histórico de Libertad Económica, desarrollado de la mano de la Fundación Rafael del Pino. Dicho trabajo ofrece una mirada certera a la evolución de esta métrica a lo largo de un siglo y medio de historia, permitiendo comprobar en qué medida los países que se abrieron al capitalismo en la segunda mitad del siglo XIX lograron un despegue económico similar al que luego experimentaron quienes siguieron esa misma senda en épocas posteriores.
Para el conjunto de la OCDE, dicho trabajo muestra la siguiente evolución promedio, con una tendencia general al alza que se ve interrumpida en la I y II Guerra Mundial:
En cambio, en el caso de España vemos que la curva de liberalización apenas crece de 1850 a 1950 y, de hecho, sufre una importante caída en los años de la Guerra Civil y la II Guerra Mundial, pero en cambio experimenta un rápido aumento desde la aprobación del Plan de Estabilización que abrió la economía española al capitalismo a partir de 1959.
Las investigaciones de Leandro Prados de la Escosura también resultan de interés en lo referido al proceso de declive que viene sufriendo nuestra economía. En el siguiente gráfico podemos ver cómo el crecimiento se aceleró entre 1940 y 1975, para después volver a experimentar un repunte de 1986 a 2007. En cambio, el PIB redujo su tamaño entre 2008 y 2013 y creció débilmente desde entonces.
Esta falta de crecimiento se traduce en atraso económico, puesto que otros países experimentan niveles de desarrollo más acelerados. Así, en relación con Estados Unidos, el PIB per cápita de nuestro país llegó a estar un 80% por debajo de los niveles alcanzados en la economía norteamericana. Este mínimo, alcanzado tras la Guerra Civil y la II Guerra Mundial, vino seguido de un crecimiento casi ininterrumpido que nos llegó a situar un 30% por debajo de las cotas alcanzadas en Estados Unidos. Sin embargo, este indicador es queda ahora casi un 40% inferior.
Ocurre lo mismo si nos fijamos en los niveles de PIB per cápita de la Unión Europea, la Eurozona o la OCDE. En relación con estos tres bloques, los datos que hoy se alcanzan en España son los peores de los últimos cuarenta años y se sitúan, de hecho, en terrenos similares a los de los últimos años del franquismo y los primeros compases de la democracia. Estamos un 15% por debajo del PIB per cápita medio de la OCDE y la Unión Europea y un 20% por debajo de los niveles alcanzados en la Eurozona.
Así, la brecha con la Eurozona ha regresado a los niveles que se daban en 1974, mientras que la distancia con la OCDE alcanza un diferencial que no se registraba desde 1986 y que se asemeja a las cotas observadas en 1976. De igual manera, la distancia respecto a la Unión Europea regresa a terreno de 1986 y se iguala con las cifras de 1974. Así pues, la renta de los españoles está tan lejos de Europa y la OCDE como se apreciaba a mediados de los años 70.