La economía mantiene su senda de desaceleración. Si no ha entrado directamente en tasas de crecimiento negativo es porque el gasto público está enmascarando el deterioro de la producción. Esta circunstancia contribuye, a su vez, a elevar el déficit y la deuda, dificultando la lucha contra la inflación. De modo que, con precios al alza y producción a la baja, España está en una situación de estanflación.
Estas son las conclusiones del informe de perspectivas económicas de primavera del recién creado Observatorio Económico de la Universidad Francisco de Vitoria. Dicho documento certifica la difícil situación que atraviesa España apoyándose en numerosos indicadores:
- La variación interanual PIB se desaceleró del 4,8% al 2,7% entre el tercer y el cuarto trimestre de 2022.
- La tasa intertrimestral del consumo de los hogares pasó de subir un 1,8% de julio a septiembre a bajar un 1,8% de octubre a diciembre.
- El IPC sigue estancado en niveles superiores al 6%, mientras que la inflación subyacente continúa su escalada y ya roza el 8%.
- La tasa intertrimestral de actividad del comercio y la hostelería experimentó una caída del 0,6% en el cuarto trimestre de 2022. En el caso del ocio, el desplome fue del 7%.
- El empleo experimentó una caída trimestral de casi 82.000 personas entre octubre y diciembre.
De la convergencia al estancamiento... y el declive
Quizá más relevante aún, si cabe, es la perspectiva de largo plazo que comenta el informe del organismo dirigido por el economista y articulista de Libre Mercado, José María Rotellar:
"El crecimiento potencial de la economía española muestra unos registros muy pobres, poco más de un 1%, que genera una estructura de crecimiento muy frágil y que dificulta el crecimiento en el medio y largo plazo. De hecho, hay una tendencia que comenzó en 1960 y que ahora parece haberse quebrado, habrá que ver si de manera definitiva. Así, desde hace más de sesenta años, la renta per cápita española no dejaba de crecer respecto a la media de nuestros socios europeos. Sin embargo, desde hace algunos años se produjo un estancamiento, para después ir perdiendo posiciones en renta per cápita entre los países de la UE. No es que el país sea más pobre, porque ha seguido creciendo la renta per cápita, pero sí lo es relativamente, al compararlo con nuestros socios. De confirmarse este cambio de tendencia, nos encontraríamos ante un hecho que pondría de manifiesto los problemas de la economía española para generar un crecimiento estructural sostenible en el medio y largo plazo, que podría llevar a un empobrecimiento de la economía nacional".
Habida cuenta del problema, y a modo de recomendaciones urgentes, el Observatorio Económico de la UFV plantea los siguientes cambios:
- Hay que proceder a ajustar el déficit y consolidar los presupuestos, para frenar la escalada de la deuda pública.
- Toca revisar el actual marco fiscal y reducir la carga tributaria de manera que aumente el ritmo de crecimiento de la economía, la inversión y el empleo.
- Es preciso eliminar las rigideces que frenan la libertad de mercado en determinados sectores y ramas de actividad.
- Hay que incidir en la responsabilidad individual, en la cultura del esfuerzo y el trabajo y en la inconveniencia de seguir cultivando un modelo económico basado en subsidios.
- Conviene acometer una reforma de las pensiones que revierta su desequilibrio presente y futuro.
- Es imprescindible generar un clima favorable a la actividad empresarial y romper con la retórica anticapitalista que está difundiendo el gobierno.