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La Comisión Europea empieza a regular ayudas para forzar el cierre de granjas de animales

La decisión supuestamente "voluntaria" de los cierres está provocada por los límites impuestos a las granjas en materia de emisiones contaminantes.

La decisión supuestamente "voluntaria" de los cierres está provocada por los límites impuestos a las granjas en materia de emisiones contaminantes.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen | Europa Press

La Comisión Europea acaba de aprobar "modificaciones de los regímenes neerlandeses de ayudas estatales para reducir la deposición de nitrógeno en las zonas de conservación de la naturaleza". Se trata de uno de los primeros y más claros pasos tendentes a la reducción de la producción agrícola y ganadera, bajo el argumento de la contaminación producida por las granjas. Ya no es un amenaza, ya es una realidad.

La Comisión Europea ha aprobado, en base a la propia normativa ecologista de la UE sobre ayudas estatales, modificaciones de "dos regímenes neerlandeses existentes para compensar a los ganaderos por el cierre definitivo voluntario de la ganadería destinados a reducir la deposición de nitrógeno en zonas protegidas Natura 2000 sobrecargadas", indica una comunicación de la UE.

El 2 de mayo de 2023, la Comisión aprobó los regímenes originales, denominados LBV y LBV plus. Los regímenes están abiertos a los pequeños y medianos ganaderos de la Países Bajos que cierran "voluntaria e irrevocablemente sus criaderos", cuando la carga de depósito de nitrógeno de estos sitios supere determinados niveles mínimos. Eso sí, la decisión supuestamente "voluntaria" está provocada por los límites impuestos a las granjas en materia de emisiones contaminantes.

Los Países Bajos notificaron a la Comisión Europea las modificaciones de los regímenes, "consistentes principalmente en un aumento presupuestario de 602 millones de euros para LBV (de 500 millones de euros a cerca de 1.100 millones de euros) y de 845 millones de euros para LVB plus (de 975 millones de euros a más de 1.800 millones de euros)". El propósito era abiertamente el de compensar "a un mayor número de agricultores que puedan acogerse a los regímenes y que se cierren más centros de cría". El cierre de granjas por no poder operar dentro de las nuevas exigencias ecologistas.

La Comisión ha evaluado ahora los regímenes modificados con arreglo a las normas sobre ayudas estatales de la UE, en particular con arreglo al artículo 107, apartados 1 y 3, letra c), del TFUE y a las Directrices sobre ayudas estatales en los sectores agrícola y forestal y en las zonas rurales.

Y Bruselas ha considerado que los regímenes modificados seguían siendo necesarios y adecuados para alcanzar el objetivo perseguido, "a saber, el el desarrollo de la ganadería, apoyando al mismo tiempo los objetivos del Pacto Verde Europeo. Además, los regímenes siguen siendo proporcionados, ya que se limitan al mínimo necesario", afirma la UE. Es más, Bruselas argumenta que "los efectos positivos siguen siendo superiores a los posibles efectos negativos sobre la competencia y el comercio en la UE".

La cacería de las granjas ha comenzado y la UE permite ya las ayudas económicas para forzar la pérdida de capacidad de producción de alimentos.

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