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Las viudas con pensiones mínimas saqueadas por Hacienda y la Seguridad Social por rehabilitar su edificio

Les reclaman hasta 12.000 euros por unas subvenciones para rehabilitar edificios que jamás llegaron a sus bolsillos, como ha reconocido el Supremo.

En este país llamado España: La injusticia con unos pensionistas de Orcasitas

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Les reclaman hasta 12.000 euros por unas subvenciones para rehabilitar edificios que jamás llegaron a sus bolsillos, como ha reconocido el Supremo.
Libertad Digital

El caso de las ya conocidas como viudas de Orcasitas ha sacado a la luz la inhumana e injusta persecución que decenas de pensionistas de toda España están sufriendo por parte de la Seguridad Social para que devuelvan el llamado complemento de mínimos de la pensión de viudedad por haberse beneficiado de unas subvenciones que, sin embargo, nunca han llegado a su bolsillo. Se trata de ayudas para la rehabilitación de los edificios en los que viven, pero cuyo destinatario era la comunidad de propietarios.

A pesar de que en ningún caso estas personas han obtenido una ganancia patrimonial, el ministerio dirigido por Elma Saiz les reclama hasta 6.000 euros, una cantidad a la que muchas de ellas no son capaces de hacer frente, puesto que, en el mejor de los casos, viven con 800 euros al mes, y que se suma al dineral que ya han tenido que pagar en la declaración de la Renta. El escándalo es aún mayor si cabe por cuanto hasta el propio Tribunal Supremo ha dictaminado que no procede tal reclamación, algo que no ha impedido que la Seguridad Social siga acechando a los pensionistas, que se ven abocados a una situación de ansiedad y estrés permanente.

"Póngase en el lugar de una mujer de 80-90 años que cobra una pensión de 600 o 700 euros y que viene la Seguridad Social y le dice que tiene que devolver 4.000 o 6.000 euros porque sí, porque ha recibido un ingreso que, sin embargo, no ha recibido nunca. Evidentemente, a esa mujer le causas sufrimiento, un susto enorme, porque es una persona vulnerable por la edad, por la enfermedad, y porque, además, tiene unos ingresos miserables", denunciaba este miércoles en La Noche de Dieter de esRadio Vicente Pérez, responsable de Urbanismo y Vivienda de la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid, que insistía es que esto demuestra que el Gobierno "no tiene ninguna sensibilidad".

El origen del escándalo

El escándalo ha saltado en Orcasitas. Sin embargo, según Pérez, hay casos repartidos por toda España: "Hay sentencias del Tribunal Supremo en Extremadura, en Asturias y en otras provincias". Si los casos registrados en este popular barrio madrileño han salido a la luz es gracias a la Asociación de Vecinos Guetaria, cuya presidenta, Manuela Navarro, ha movido cielo y tierra para ayudar a quienes están siendo víctimas de esta cacería.

Tal y como ella misma explicaba en La Noche de Dieter, todo comenzó con su intención de convertirse en un auténtico referente en rehabilitación energética: "Estamos haciendo todo el barrio gracias al ayuntamiento". Aunque la subvención iba destinada a la comunidad de propietarios, los vecinos tenían la obligación de incluirla en sus respectivas declaraciones de la Renta. Y así lo hicieron: la prorratearon y, según la presidenta, pagaron lo que les correspondía. Lo que no se imaginaban es que la Seguridad Social lo interpretaría como una ganancia patrimonial y, por tanto, les exigiría, además, la devolución de buena parte del complemento de mínimos de su pensión.

"¿Qué ocurre? Pues que, como tienen muy pocos ingresos, sus retenciones son muy pequeñas, con lo cual, les sale a pagar en Hacienda 4.000, 5.000 y hasta 6.000 euros. Obviamente, con una pensión que tienen máximo con esa ayuda de 700-800 euros, se puede imaginar la situación en la que se encuentran. Pero es que, no contentos con esto, a estas personas que cobran un Ingreso Mínimo Vital o que tienen este complemento de mínimos que les da el Gobierno porque entienden que con 300 o 400 euros de pensión no pueden vivir, la Seguridad Social les está reclamando que lo devuelvan", explica Manuela.

Al tener que devolver lo percibido en las 14 pagas de un año (las correspondientes a los 12 meses más las pagas extra), esto les está suponiendo "un mínimo de 2.800 euros hasta, en algunos casos, casi 6.000 euros", que se suman a lo ya pagado previamente en la declaración de la renta. En total, por tanto, hasta 12.000 euros. "Y las subvenciones jamás han llegado al bolsillo del vecino -subraya indignada-, porque la subvención se da a la cuenta de la comunidad. Nos parece una barbaridad".

Mayores en situación de extrema vulnerabilidad

Todos ellos han presentado alegaciones, pero "jamás han contestado". Por lo que, cuando la Seguridad Social les envía la carta de pago, "algunos vecinos, por miedo, han pagado". Como muchos no pueden abonar tal cantidad de golpe, la Seguridad Social les da la posibilidad de ir descontándoselo mes a mes de su pensión: "Tenemos vecinas con 97 años a las que le van a descontar durante cuatro años 120 o 130 euros de su pensión. Estas personas, que ya eran vulnerables antes de la obra, todavía se quedan en mucha peor situación".

De ahí la queja de la presidenta de la Asociación de Vecinos Guetaria, que insiste en que todas ellas "pagan mucho más que cualquier persona que gane un millón de euros diario". Y se explica: "El que gana un millón puede coger la subvención, obviamente la declara a Hacienda, pero la Seguridad Social no le rinde cuentas porque no recibe un complemento de mínimos. O sea, el despropósito es que precisamente los más desfavorecidos y los más vulnerables son los que están pagando el doble que cualquier ciudadano normal, y esto es lo que no tiene sentido".

Por si fuera poco, el complemento de mínimos no es lo único que han perdido: "También les ha afectado al copago de las medicinas, ahora tienen que pagarlas, y las personas que estaban recibiendo ayuda a domicilio, también se la han quitado". La situación más grave es la de los mayores, pero también los más jóvenes están teniendo problemas. "Tenemos casos en los que no les han quitado este complemento porque no lo tienen, pero si les han quitado las becas de estudio, por ejemplo. Es aberrante -insiste-. No entendemos cómo le puedes hacer esto a la gente más vulnerable".

La situación de todos ellos es dramática. "Todas las personas están muy afectadas. Cada vez que reciben una carta reclamándoles el dinero cuando no han contestado ni siquiera a sus alegaciones, vienen llorando y preguntándose por qué les pasa a ellos esto. Da mucha pena, y es muy difícil de explicar porque no tiene ninguna explicación".

Abandonados por el Gobierno

La indignación es mayor si cabe por cuanto a la injusticia se suma el sentimiento de abandono. Al presidente del Gobierno, Manuela le ha escrito ya dos cartas: "Una en el año 2022, precisamente para tener una reunión con quien él considerase. Me contestaron diciendo que me tenía que dirigir a Hacienda y Hacienda me contestó a los 8 meses diciendo que los fondos Next Generation no tienen fiscalidad y que el resto de los impuestos son necesarios precisamente para poder darnos este tipo de ayuda". El pasado mes de noviembre, volvió a escribir a Pedro Sánchez para explicarle la situación y preguntarle entonces por qué las subvenciones europeas no tienen fiscalidad y el resto sí las tiene, a pesar de tratarse de dos ayudas idénticas para la misma obra: "Lamentablemente, no tengo respuesta".

Con todo, si algo tiene claro la presidenta de la Asociación de Vecinos Guetaria es que el Gobierno no tiene humanidad. "Evidentemente, empatía no hay ninguna. Estamos haciendo todo lo que podemos. Hemos llamado a todas las puertas, pero no nos están respondiendo y ya no sabemos qué hacer", confiesa apesadumbrada. Han intentado reunirse con la Tesorería Territorial, pero les respondieron que era un tema de Hacienda. "Y así estamos. Entre unos y otros, nadie da respuesta, nadie resuelve nada. Y es duro escuchar que hay que cuidar a los más vulnerables y los más mayores, pero luego… ¿Qué hacemos con estas personas? ¿Estas personas no son vulnerables?", se pregunta indignada. Los números hablan por sí solos: "Son las que menos cobran al año, 7.000 euros, y por una subvención han tenido que pagar hasta 10.000 y 12.000 euros en impuestos. Es una locura".

Precisamente por eso, Manuela tan solo pide que alguien se ponga en su lugar. "Es una tremenda injusticia, no hay derecho a que estas personas a estas alturas de su vida estén padeciendo lo que están padeciendo. No saben el estrés que les supone cada vez que reciben una carta de la Seguridad Social… Yo solo les pediría que les vieran la cara -insiste la portavoz vecinal de Orcasitas-. Todo el mundo sabe que la Administración se los puede llevar por delante".

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