La izquierda política y mediática sigue hablando de los países del Norte de Europa como si fuesen perfectos ejemplos de socialdemocracia, pero basta un análisis riguroso para comprobar que sus modelos económicos experimentaron una profunda transformación en la década de 1990. Este proceso de apertura progresiva ha hecho que Suecia, Dinamarca, Noruega o Finlandia sean hoy algunos de los países con más libertad económica de Europa y el resto del mundo.
En clave fiscal, por ejemplo, resulta muy llamativo que los países que más han reducido su presión fiscal en los últimos cinco años son precisamente Dinamarca y Suecia, mientras que España se erige como la economía de la UE donde más ha aumentado el peso de los impuestos sobre el PIB, de acuerdo con los hallazgos del Indicador de Gestión Económica del Instituto Juan de Mariana.
También en clave educativa podemos encontrar ejemplos de liberalización en los países nórdicos. En Suecia, el cheque educativo entró en vigor hace más de 25 años y ha cosechado buenos resultados, mejorando la nota media de los alumnos y reduciendo el fracaso escolar. El 20% de las plazas de guardería, el 10% de las de primaria y el 30% de las de secundaria y bachillerato están manejadas por empresas, fundaciones y entidades privadas.
Siguiendo la estela de estos cambios, en Dinamarca también se han dado avances hacia un modelo de libertad educativa. Así lo explica el libro The Free Enterprise Welfare State, un ensayo en el que se define el actual sistema económico danés como un "Estado de Bienestar de Libre Empresa". En dicha publicación, Paige MacPherson describe de este modo el modelo de libertad educativa del país nórdico:
"Las escuelas danesas se caracterizan por la diversidad, la autonomía y un compromiso claro y duradero con la financiación de escuelas independientes, así como con el poder de elección que tienen los padres en lo referido a la educación de sus hijos (…). Las escuelas independientes de primaria y secundaria inferior representan alrededor del 45% de las escuelas en Dinamarca. Están respaldadas financieramente por el gobierno, a través de un sistema de libre elección de escuela que financia a los padres el pago del 75% del coste de los centros (…). Con este modelo de conciertos, los padres daneses pueden elegir la escuela a la que envían a sus hijos. Hoy en día, alrededor del 16% de los estudiantes asisten a una escuela independiente, una proporción que está creciendo cada vez más".
La expansión de las políticas de elección de escuelas en Dinamarca "es relativamente reciente, puesto que arranca en la década de 1990 y coge fuerza a comienzos de la década de 2000. Entre 1998 y 2018 se ha producido un aumento del 45 por ciento en el número de escuelas independientes autorizadas. Este proceso de expansión de la educación privada de acceso generalizado ha coincidido con una progresiva mejora en los indicadores y evaluaciones de calidad referidos a disciplinas como las matemáticas y la lectura, que mejoraron particularmente en las escuelas independientes".
El siguiente gráfico muestra la trayectoria de Dinamarca en el Informe Pisa de la OCDE en las dos últimas décadas. Como se puede comprobar, los resultados en matemáticas, ciencia y lectura son superiores en los colegios independientes - e inferiores en las escuelas públicas.
A este respecto, MacPherson recalca que "el cambio a mejor de los resultados generales del país se debe al sector privado y no al público. Además, el modelo de libre elección ha ayudado a que el gasto público consignado a partidas educativas y la suma de gastos públicos y privados dedicados a dicho ámbito se mantengan estables, de modo que no ha sido necesario subir impuestos ni se ha dado un aumento del endeudamiento público".