
España se enfrenta a un desafío crítico en su mercado laboral con "más de 148.000 puestos de trabajo vacantes en 2023, un 44% más que durante la pandemia, según datos de la Fundación BBVA. Este fenómeno, que supone una pérdida de más de 8.000 millones de euros para el PIB" según este informe, revela problemas estructurales profundos. Además, se espera que esta cifra podría triplicarse.
Entre los principales detonantes de este problema está la incompatibilidad entre la formación que reciben los jóvenes y las necesidades reales del mercado laboral. Los planes educativos obsoletos y la falta de adaptación a los cambios tecnológicos rápidos y disruptivos dejan a los jóvenes sin las competencias necesarias para ocupar los puestos disponibles. La educación superior sigue enfocándose en disciplinas con poca demanda, mientras que áreas críticas como las STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) carecen de suficientes graduados.
El propio informe afirma que este problema se intensificará en un futuro debido a la salida del mercado laboral de una gran cantidad de trabajadores experimentados debido a que se están jubilando, y que están dejando vacantes que no se pueden llenar rápidamente con la mano de obra joven disponible, ya que también hay una emigración de jóvenes cualificados en busca de mejores oportunidades en el extranjero debido a la situación económica actual, que agrava la escasez de talento en España.
El impacto de las vacantes no cubiertas varía significativamente entre sectores. La Administración Pública representa el 36,6% del total de vacantes, destacándose como uno de los sectores más afectados. La Educación y las Actividades Sanitarias también enfrentan una alta demanda de trabajadores, siendo sectores críticos en la estructura laboral del país. En el sector privado, industrias como las actividades profesionales, científicas y técnicas (8,1%), el comercio (10,9%) y la hostelería (3,8%) tienen dificultades significativas para cubrir puestos.
En este sentido, también es importante analizar las políticas de desempleo actuales. Recientemente, el Banco de España ponía encima de la mesa la necesidad de una revisión de las prestaciones por desempleo. "El sistema de prestaciones por desempleo debe garantizar, por supuesto un nivel de renta, pero al mismo tiempo hay que diseñarlo de una forma que incentive a la activación, la búsqueda de empleo. Sabemos que cuanto más tiempo pasan en el desempleo los ciudadanos, más capital humano pierden y menor es la probabilidad de que vuelvan a encontrar un empleo" señalaba el organismo.
El endurecimiento de la posibilidad de retirar el paro si los desempleados rechazan ofertas de empleo o la reducción del tiempo por el que se puede cobrar la prestación podrían servir de ayuda para cubrir esas vacantes.
Y es que, la formación o el envejecimiento no son las únicas causas que explican la escasez de personal. Según fuentes empresariales que prefieren mantener el anonimato, la concesión generalizada e incondicional de ayudas y prestaciones de todo tipo están desincentivando la búsqueda activa de empleo.