La semana pasada, el presidente del Gobierno hizo uno de sus grandes anuncios. Esta vez, lo que quería vender Pedro Sánchez eran casas. Más casas gracias a él. El líder del PSOE anunció la friolera de 6.000 millones de euros en forma de avales y préstamos estales para construir 43.000 viviendas, una cuantía completamente irrisoria, que poco va a solucionar el problema del desequilibrio que existe entre la oferta y la demanda de vivienda en nuestro país.
Teniendo en cuenta que hay más de 26 millones de viviendas en España, esa cuantía que ha anunciado Sánchez no llegaría ni al 0,2%. Es decir, no tendría prácticamente influencia en la oferta o en los precios. Eso sí, esa cifra es exactamente la misma que las 43.000 viviendas vía préstamos que también anunció Sánchez hace más de un año y que nada se sabe de su existencia. ¿Serán las mismas?
En lugar de anunciar a bombo y platillo viviendas que no es capaz ni de construir, lo que debería saber Sánchez es que para favorecer el mercado de la vivienda existen soluciones mucho más realistas y eficaces.
Por ejemplo, es fundamental proporcionarle seguridad jurídica al propietario para que alquile y, por supuesto, facilitar la expulsión de okupas e inkiokupas de los inmuebles. Desde la Administración, otorgar facilidades para cambiar el uso de locales comerciales en vivienda, ante la disminución del negocio de la tienda física por el comercio online. También, otorgar facilidades para cambiar el uso de oficinas en vivienda, ante la disminución de la necesidad de oficinas con el teletrabajo. Disminuir las trabas a los edificios altos o a la construcción en vertical también es fundamental, y por supuesto, liberalizar el suelo. Lo mejor es que todas estas propuestas no le cuestan un euro al contribuyente.