España es el cuarto país de la Unión Europea en el que los jóvenes tardan más en abandonar el hogar de sus padres, según datos de Eurostat. La edad media es de 30,4 años, solo por detrás de Croacia, que se sitúa en cabeza con una media de 31,8 años, Eslovaquia (31,0 años) y Grecia (30,6 años).
En el lado opuesto, los jóvenes que más pronto se independizan de sus hogares familiares se encuentran en Finlandia, con una media de 21,4 años. Entre las medias más bajas, menores de 23 años, también están Suecia y Dinamarca (ambos con 21,8 años), y Estonia (22,8 años).
De forma general y en comparación con el año anterior, en 2023 los jóvenes de la UE abandonaron el hogar de sus padres a la edad media de 26,3 años, casi a la misma edad que en 2022, donde la media se situó en 26,4 años.
Entre las estadísticas, se destaca que el 26% de los jóvenes de entre 15 y 29 años de la UE viven en hogares superpoblados. En este sentido, la tasa de hacinamiento de este grupo es de 9,2 puntos porcentuales superior a la de la población general (16,8%).
La tasa de hacinamiento mide el porcentaje de personas que viven en hogares con menos habitaciones de las necesarias según ciertos criterios: una habitación para la casa, una para cada pareja, una para cada adulto, una para cada persona entre 12 y 17 años según su sexo y relación, y una por pareja de niños menores de 12 años.
Rumanía (59,4%), Bulgaria (55,3%) y Letonia (54,8%) registraron las tasas más elevadas de hacinamiento entre los jóvenes. En cambio, las tasas más bajas se registraron en Malta (3,9%), Chipre (4,0%) e Irlanda (4,4%).
Pese a que en todos los países analizados, esta tasa fue mayor para los jóvenes que para la población total, especialmente en 11 de ellos se observaron diferencias que superan más de 10 puntos porcentuales, destacando esta disparidad en Bulgaria (+20,4 pp), Rumanía (+19,4 pp) y Grecia (+18,5 pp).