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Los líderes europeos vuelven a la carga con un nuevo plan para impulsar la competitividad. ¿Tendrán éxito en esta ocasión?

¿Qué queremos ser de mayores en la UE? Del deseo a la realidad

Los líderes europeos vuelven a la carga con un nuevo plan para impulsar la competitividad. ¿Tendrán éxito en esta ocasión?

Los líderes europeos vuelven a la carga con un nuevo plan para impulsar la competitividad. ¿Tendrán éxito en esta ocasión? Se trata del Informe Draghi, un detallado documento que pone el dedo en la llaga del estancamiento del Viejo Continente: la productividad. Desde hace medio siglo, la economía europea no logra los niveles de crecimiento y mejora que sí obtiene, por ejemplo, la norteamericana. ¿Es por los elevados impuestos? ¿Por el intervencionismo? ¿Por la falta de materias primas?

Pues con todas estas preguntas en la cabeza, Ursula von der Leyen encargó a Mario Draghi un informe. ¿El objetivo? Sacar de la apatía a un enfermo que ya es crónico. Porque no hablamos de un problema coyuntural: los males de la economía de la UE están encima de la mesa desde hace décadas. ¿El resultado? Un documento muy largo y detallado, con decenas de propuestas, algunas de ellas interesantes, otras políticamente muy complejas y puede que varias incompatibles entre sí. Lo que pide Draghi es menos burocracia y más dinamismo. Eso sí, también cree que desde Bruselas podrán liderar el cambio: movilizando dinero público, animando al sector privado, proponiendo fórmulas de colaboración entre unos y otros que funcionen...

Esta semana, en La Pizarra de Domingo Soriano, echamos un primer vistazo a ese informe. Nos preguntamos no tanto si tendrá éxito (imposible saberlo en estos momentos) como las causas que nos han traído hasta aquí. Nuria Richart y Domingo Soriano se fijan en algunas de las cifras más llamativas de entre las destacadas por el exgobernador del Banco Central Europeo: ¿somos conscientes de que sólo 4 de las 50 empresas tecnológicas más grandes del mundo son europeas? ¿O de que entre los pocos unicornios europeos... muchos acaban trasladando su sede a otras jurisdicciones más amigables para las empresas?

Está muy bien mirar el problema, pero la pregunta es si queremos darle una solución. Porque Von der Leyen y Draghi dicen que sí. Pero, ¿realmente están preparados para impulsar los cambios que necesita la economía europea? Esto nos genera muchas más dudas.

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