Mientras el Gobierno de Pedro Sánchez se empeña en imponer una sobrerregulación al mercado de la vivienda, y el Sindicato de Inquilinos llama a la población a dejar de pagar para forzar una bajada en el precio de los alquileres, los datos son tozudos: no solo no se cumplen las expectativas en este sentido, sino que, además, la oferta cae en picado. Concretamente, según Idealista, la oferta en España se ha reducido hasta un 33% en los últimos cinco años, lo que, a su vez, también explicaría la desorbitada subida de precios.
Frente a estas recetas fallidas, llama poderosamente la atención el milagro que ha logrado en Argentina Javier Milei, aplicando precisamente la lógica inversa a la de la izquierda española: tras derogar la estricta ley de alquileres que imperaba en el país, los precios han empezado a caer y la oferta se ha disparado como nunca. La hazaña es de tal calibre que hasta la prensa internacional se ha rendido a la evidencia, reconociendo el éxito de la "terapia de choque" ideada por Milei.
"El experimento político en Argentina funciona: los alquileres bajan porque el Estado se mantiene al margen", resumía hace unos días el diario Bild en Alemania. "La capital argentina está atravesando un auge en el mercado de alquiler. Los propietarios se apresuran a poner sus propiedades nuevamente en el mercado, y la oferta de alquiler en Buenos Aires ha aumentado en más del 170%", añadía el Wall Street Journal, citando el último informe de Zonaprop, el mayor portal inmobiliario de Argentina.
For years, Argentina imposed one of the world's strictest rent-control laws. Now, the new president has scrapped the rental laws and Buenos Aires is undergoing a rental-market boom. https://t.co/7gmVAoJlQ7
— The Wall Street Journal (@WSJ) October 5, 2024
Además, el veterano periódico estadounidense se hacía eco también de los estudios de Empiria Consultores, quienes apuntan igualmente al alivio que han supuesto para los bolsillos de los ciudadanos las medidas aprobadas: "Si bien los alquileres siguen subiendo en términos nominales, muchos inquilinos están obteniendo mejores ofertas que nunca, con una caída del 40% en el precio real de las propiedades en alquiler cuando se ajusta a la inflación desde octubre pasado". Todo gracias a un "experimento" no es más que lo que en España llevan años pidiendo los expertos: acabar con la sobrerregulación y ofrecer seguridad jurídica a los propietarios.
La milagrosa receta de Javier Milei
Tras su llegada al poder en diciembre de 2023, Javier Milei firmó un megadecreto que derogaba algunas de las leyes más intervencionistas que reinaban en Argentina tras décadas de régimen socialista. Entre ellas, la "nefasta ley de alquileres", como la describió el nuevo presidente, que había sido aprobada en 2020 por el Gobierno de Alberto Fernández y que, entre otras cosas, limitaba la subida de precios y extendía los contratos a tres años.
Con el historial de inflación alta y volátil del país, muchos propietarios optaron entonces por aumentar el precio inicial de los nuevos contratos. Otros decidieron vender, pasarse al alquiler de temporada o incluso dejar sus casas vacías, exactamente lo mismo que ahora está sucediendo en España. No en vano, en 2022, había cerca de 200.000 viviendas vacías en Buenos Aires, un 45% más que en 2018, según un informe del Centro de Estudios para el Desarrollo Económico y Social Urbano (Cedesu). Todo ello provocó una drástica reducción de la oferta que, además, hizo que, lejos de bajar, los alquileres subieran todavía más.
Precisamente por eso, Milei optó por derogar dicha ley: "Para que el mercado inmobiliario vuelva a funcionar sin problemas y que alquilar no sea una odisea". Así, entre otras cosas, eliminó la duración mínima de los contratos, estableciendo que el plazo sea acordado por las partes; en caso de que no lo hagan, será de dos años. Además, la nueva norma también dio libertad a las partes para pactar el ajuste precios, y redujo los plazos para el desalojo en caso de impago o de que se haya terminado el contrato. En definitiva, y en líneas generales, las mismas medidas por las que abogan los expertos en nuestro país, donde el problema de partida parece ser exactamente el mismo.
"Si atacan a los propietarios por todos los sitios, les quieren limitar el precio que ponen a sus casas, les quieren limitar las actualizaciones, aumentar el plazo de los contratos y sus prórrogas, y al mismo tiempo no se toman medidas contra la okupación y, a la hora de echar a los inquilinos, los procedimientos se alargan y llegan hasta los dos años o más… Es evidente que eso crea un clima de incertidumbre e inseguridad que hace que el que ya no ha puesto su casa en alquiler probablemente ni alquile, y el que lo ha hecho, en muchos casos, lo que se plantee sea desplazar esta inversión a otras figuras arrendaticias menos intervenidas, como los alquileres de temporada o por habitaciones -advertía ya hace unos meses a Libre Mercado José Ramón Zurdo, director de la Agencia Negociadora del Alquiler-. Eso, lógicamente, hace que la oferta de larga duración se reduzca y, por tanto, que el precio suba".
Datos incontestables
Tras acabar con estos problemas, las cifras que llegan desde Argentina hablan por sí solas. Según el informe del pasado mes de septiembre publicado por Zonaprop, el mayor portal inmobiliario del país, el precio del alquiler en Buenos Aires acumulaba desde principios de año una subida del 52%, muy por debajo de la inflación (102%), lo que supondría una caída real del precio del alquiler del 50% y superior, por tanto, a la estimada por Empiria Consultores.
Sin embargo, lo más significativo es cómo se ha disparado la oferta, lo que, a medio plazo, podría reducir los precios todavía más. Tras entrar en vigor la derogación de la ley de alquileres, en enero de 2024, la oferta aumentó un 62% con respecto al mes anterior y, aunque en los últimos meses el crecimiento se ha moderado, la subida acumulada supera el 170%.