
Volkswagen, una de las protagonistas de la crisis industrial alemana por los precios de la energía, la competencia en el sector automovilístico, la reconversión marcada por Bruselas y la caída en las ventas, ha anunciado este lunes a sus trabajadores su intención de cerrar al menos tres fábricas en el país y eliminar decenas de miles de puestos de trabajo. La jefa del comité de empresa del grupo Volkswagen, Daniela Cavallo, hizo el anuncio en un acto con los trabajadores de Wolfsburg alertando de que los planes de recorte ya están en marcha y que van a implicar, de una forma u otra, a todas las fábricas. "Ningún trabajo es seguro", ha asegurado.
La noticia ha generado una reacción inmediata del gobierno alemán a la espera de que se conozcan más detalles. Volkswagen cuenta con 120.000 empleados en el país en un total de diez complejos, seis de ellos en Baja Sajonia, tres en Sajonia y una en Hessen. Una de las plantas que estaban más amenazadas por un hipotético cierre era la de Osnabrück, que hace unas semanas confirmó que no construiría los modelos eléctricos de Porsche a partir de 2026.
Desde el Ejecutivo tripartito han respondido que "una gestión empresarial en el pasado no debería costar ahora empleos" y han llamado a la compañía a salvar los puestos de trabajo. El plan de la compañía pasaría no solo por el cierre de las tres factorías sino por recortes en el resto.
El comité de empresa teme miles de despidos en todas las plantas. El pasado mes de septiembre, VW puso fin un acuerdo que impedía desde hace tres décadas despidos por razones empresariales. La ruptura permitirá los despidos por este motivo a partir de 2025.