Al concluir esta primera Jornada Nacional del Agua, reflexionamos sobre los desafíos y oportunidades que enfrenta España en la gestión de este recurso vital. Desde este foro, hacemos un llamamiento conjunto de la sociedad para impulsar un Pacto Nacional del Agua, como herramienta esencial para garantizar el acceso al agua de forma sostenible y equitativa, y la seguridad frente a sequías e inundaciones en todos los territorios de nuestro país.
En la gestión del agua, es crucial priorizar la seguridad de las personas, especialmente ante fenómenos naturales extremos como la reciente DANA, pero también frente a las recurrentes sequías. La mortífera DANA del 29 de octubre ha puesto de manifiesto la necesidad de infraestructuras hidráulicas adecuadas para gestionar eventos meteorológicos extremos y prevenir desastres. Las obras de drenaje y contención, como encauzamientos, embalses y presas, son esenciales para mitigar los impactos de fenómenos extremos de lluvia. Además, la eliminación de partidas para la gestión y mantenimiento de la capacidad de desagüe de los cauces dentro de los actuales planes hidrológicos incrementa el riesgo de inundaciones, ya que la vegetación, los sedimentos y los residuos bloquean el flujo natural del agua.
Las presas juegan un papel fundamental no solo para mitigar los impactos devastadores de estos eventos, sino también para garantizar la viabilidad de un país como España, que sustenta a una población de casi 50 millones de personas y que sin el agua embalsada solo sería habitable por unos 10 millones. Sin estas infraestructuras estratégicas, no solo sería imposible gestionar situaciones de emergencia, sino que también se comprometería nuestra capacidad de asegurar el agua necesaria para la vida y el desarrollo de todos los territorios.
1. Seguridad hídrica y gobernanza del agua
La gestión del agua requiere una gobernanza eficiente, exenta de prejuicios ideológicos y basada en criterios técnicos. Apostamos por una planificación hidrológica holística, que contemple la planificación integral del territorio, y solidaria y colaborativa entre todos los territorios de España, en lo relativo a la disponibilidad de agua para las necesidades humanas, económicas y ambientales. Con este objetivo, es crucial valorar los recursos de aguas subterráneas e incorporar la interconexión de cuencas hidrográficas como herramienta clave para garantizar el suministro en todos los territorios, más allá de sus condiciones climáticas.
El agua es fundamental para el desarrollo económico, social y ambiental. No podemos priorizar unos usos sobre otros sin una planificación integral que contemple las necesidades de todas las partes: desde la agricultura y la industria hasta los ecosistemas naturales. El abastecimiento humano debe ser siempre la prioridad sin matices, y habrá que buscar un equilibrio sostenible entre los usos ambientales y los económicos, con la seguridad siempre por delante, y donde los caudales ambientales también sean sensibles a las condiciones de cada momento climático.
2. Necesidades para revertir el déficit infraestructural
El déficit infraestructural que afecta a gran parte de nuestro sistema hídrico es un reto que no podemos eludir. Urge acometer los proyectos que garanticen la seguridad de las personas y los bienes, un abastecimiento sostenible en todas las poblaciones, los estándares de saneamiento exigidos por la UE, la gestión y el mantenimiento de las infraestructuras existentes, y la eficiencia en el uso del agua, un recurso escaso.
La planificación integral debe incluir la gestión hidráulica de los ingenieros de caminos, la gestión del territorio agrícola por los ingenieros agrónomos y la gestión forestal de los ingenieros de montes, sin menoscabo de la imprescindible presencia de los ingenieros, industriales, de minas y de telecomunicación que adecuadamente coordinados permitirán limitar los efectos de los sucesos meteorológicos extremos y prevenir desastres. Así, la gestión de los barrancos es esencial para garantizar su correcto desagüe. Es también fundamental recuperar el servicio de vigilancia de presas, que nunca debió desaparecer, e incluirlo en la Ley de Seguridad de Presas.
3. Agua de todos para todos: la necesidad de un pacto nacional del agua
El agua debe unirnos, no dividirnos. Debemos dejar de utilizarla como arma política y elevarla al rango de política de Estado. Todos los españoles, vivan donde vivan, deben tener los mismos derechos y obligaciones respecto al agua. La política de solidaridad debe llegar al agua.
Un Pacto Nacional del Agua fomentaría la solidaridad territorial, garantizando que ningún territorio quede atrás, especialmente aquellos con menos recursos de los necesarios para su desarrollo.
4. Papel de Europa en la transición hídrica
La Unión Europea tiene un rol crucial en la financiación y orientación de la transición hídrica. Europa debe reconocer la singularidad de los países del sur, como España, en materia hídrica. Es imprescindible que se adopte un enfoque que contemple nuestras particularidades climáticas y geográficas.
España debe aprovechar al máximo los fondos europeos y colaborar con las instituciones comunitarias para garantizar estrategias de gestión hídrica alineadas con el Pacto Verde Europeo, pero compatibles con el desarrollo económico y social de nuestro país.
5. Inversión y colaboración público-privada
La planificación hidrológica debe ser solidaria y colaborativa, con un enfoque que combine esfuerzos públicos y privados. Las inversiones en infraestructuras, abastecimiento, digitalización, saneamiento, depuración y modernización de regadíos son esenciales para garantizar un uso eficiente y sostenible del agua.
Hoy, reafirmamos nuestro compromiso con una gestión hídrica justa, eficiente y sostenible. Abogamos por un Pacto Nacional del Agua que integre todas las voces, fomente la solidaridad entre territorios y priorice el bienestar común. Este Pacto debe trascender las diferencias políticas y convertirse en el motor de un cambio estructural que asegure agua para todos y para siempre.
Porque todos los españoles, vivamos donde vivamos, compartimos el mismo derecho al agua, y a la seguridad frente a los riesgos naturales. Juntos, podemos garantizar que este recurso esencial siga siendo un pilar para el progreso y la cohesión de nuestra sociedad.
Firmantes:
Asociación de Ingenieros de Caminos
Asociación de Ingenieros Agrónomos
Asociación de Ingenieros de Montes
Asociación de Ingenieros de Minas
Fundación Agua, Alimentos y Sostenibilidad (FAAS)
Grupo Libertad Digital
Madrid, a 22 de noviembre de 2024