Menú
El nuevo presidente de la RFEC explica en Libertad Digital cuáles son los retos de la entidad para los próximos años.

El presidente de los cazadores, Josep Escandell: "En la UE es donde nos jugamos el futuro"

El nuevo presidente de la RFEC explica en Libertad Digital cuáles son los retos de la entidad para los próximos años.

El nuevo presidente de la Real Federación Española de Caza (RFEC), Josep Escandell, acaba de comenzar su mandato al frente de la entidad con un propósito muy claro en mente: cambiar la imagen que tiene la sociedad de la caza, de un sector que mueve más de 6.400 millones de euros al año y genera 187.000 puestos de trabajo directos e indirectos.

¿Cuáles son los principales objetivos de su programa al frente de la RFEC para los próximos años?

Tenemos tres escalas de dentro del reto para los próximos años. La primera sería aglutinar a todo el sector, a todo el colectivo del cazador de a pie que se sienta representado por la federación y evitar esta especie de desconexión que vivimos también en el ámbito político para conseguir que el cazador se sienta identificado con nuestra figura de representación.

El segundo iría en la misma línea, que sería crear un núcleo de fuerza en torno al sector cinegético. Sería aglutinar a todos entes con los que ya operamos dentro del ámbito estatal vinculados al sector de la caza, no estrictamente la caza federada sino todos los entes de investigación, de financiación... con el objetivo de generar fuerza y de aglutinar colectivo.

Y el último sería la escala europea que es donde creemos que nos jugamos el futuro y desde donde viene toda la normativa más perniciosa para el sector de la caza. Es allí donde realmente tenemos que jugar nuestras bazas. Nuestro futuro pasa por ser muy activos en la Unión Europea y pendientes de las normativas que nos van imponiendo.

¿Cómo es la relación actual con el Gobierno de Pedro Sánchez y con sus socios? ¿Están preocupados los cazadores?

Realmente lo que más hemos echado en falta es la comunicación. Cuando me presenté, uno de mis baluartes era que, para que la gente se sienta representada identificada, quería estar muy cerca de la gente. Yo creo que eso es precisamente lo que estamos echando en falta del sector político. Nos sentimos un poco desatendidos, un poco incomprendidos. En la última legislatura, por ejemplo, no nos llegó a recibir la exministra Teresa Ribera. Sobre todo pedimos ser escuchados, más allá de dónde podamos llegar y que punto de encuentro tengamos, al menos queremos ser escuchados y que nos tengan en cuenta.

Nueva Comisión Europea con Úrsula von der Leyen al frente. ¿Qué opinan sobre los perfiles de los comisarios? ¿Creen que seguirán a pies juntillas la agenda animalista como viene sucediendo en los últimos años?

Pues la verdad es que desconozco los perfiles, pero tampoco tenemos ningún tipo de predisposición o prejuicio, porque hay perfiles que no parecían propicios para la caza y después han resultado todo lo contrario. En ese sentido, no vamos a buscar perfiles, sino a ser escuchados, aportar datos y operar con lealtad, no como nos ha sucedido recientemente: la comisión Europea desoyó las recomendaciones del grupo de trabajo específico sobre codorniz y el zorzal rojo, intentó colar un poco ahí de estranjis una especie de moratoria que no se había comentado ningún grupo de trabajo. Incluso nuestros ministerios se vieron obligados a negarse porque porque no era lo que se había hablado en el grupo de trabajo. En esa línea, tendremos relación con cualquier comisario que esté dispuesto a escucharnos y dispuesto a ver los datos que podemos entregar.

El acoso en las redes sociales afecta a todos los cazadores, pero en el caso de las mujeres es mucho más agresivo. Hace años reivindicaron que esta conducta se tipificase como delito de odio. ¿Van a mantener esa reclamación?

Yo soy un convencido de la información y de la comunicación. Creo que cuando la gente sea capaz de interpretar, no será necesario recurrir al tema jurídico para que se obre con prudencia. Realmente lo desagradable de esto es que no se ataca a la caza como movimiento, que sería algo al menos aceptable. El problema es que se focalice en los cazadores y las cazadoras y esto es algo realmente grave y que ese odio visceral que sale en las redes tiene consecuencias, imagino que todos las tenemos en mente.

Seguimos estudiando el camino jurídico, pero no sabemos con seguridad qué andadura puede tener. Seguimos contemplándolo pero, como te digo, nuestra primera arma será convencer a la gente de que se acerque a la caza y que la juzguen a posteriori.

Temas

0
comentarios