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Sánchez no aprende de sus errores en política de vivienda

No será de extrañar que quien persiste en el error siga cosechando los mismos fracasos que ha cosechado Sánchez a la hora de abaratar la vivienda.

Teniendo presente que el precio de la vivienda ha aumentado en España nada menos que un 24% desde que Pedro Sánchez es presidente, la política de vivienda constituye uno de los más clamorosos fracasos del Gobierno social/comunista y no es de extrañar que los ciudadanos hayan pasado a señalarlo en las encuestas como uno de los principales —sino el principal— problema de nuestro país.

Lo más lamentable, sin embargo, es que el Gobierno sigue sin aprender de sus errores y sigue desconociendo la raíz de este problema que no es otro que la restricción política del suelo urbanizable, así como la alta fiscalidad y la falta de seguridad jurídica y de libertad contractual que limita y encarece políticamente tanto la creación de vivienda nueva como la venta o puesta en alquiler de vivienda ya construida.

Buen ejemplo de esa persistencia en el error —tanto de diagnóstico como el de plantear como solución una todavía mayor intervención estatal— lo constituye el pretencioso y ridículo Plan Estatal de Vivienda que el Ejecutivo ha desarrollado con 12 medidas que tratan de restringir la demanda tanto como aumentar la oferta por la perniciosa vía del mayor gasto público.

Así, junto a medidas empobrecedoras y liberticidas como la limitación —más bien prohibición— de compra de viviendas por parte de los hispanoamericanos y demás personas y empresas extracomunitarias, o una mayor persecución regulatoria y fiscal a las socimis y los llamados "pisos turísticos", Sánchez plantea un aumento de la oferta de vivienda por la encarecedora vía de la creación de vivienda pública —promesa a cargo de los contribuyente que hasta ahora el gobierno no ha cumplido— asi como la creación de un nuevo y oneroso chringito estatal como es la Empresa Pública de Vivienda. De hecho, el único alivio fiscal que plantea el Gobierno es la aprobación de una exención fiscal del 100% del IRPF para propietarios que alquilen su vivienda según el Índice de Precios de Referencia, sin necesidad de que estas se encuentren en zonas declaradas tensionadas. Así las cosas, los propietarios que ya estén dedicando sus segundas viviendas al alquiler tendrán una exención fiscal sin que por ello se aumente la oferta de alquiler y a costa de todos los contribuyentes, incluidos los más jóvenes.

En lugar de derogar su perniciosa ley de vivienda, que lleva a uno de cada tres caseros a plantearse retirar su vivienda del mercado; en lugar de imitar la exitosa política de liberalización llevada a cabo por Milei en Argentina, donde los precios de los alquileres se han reducido un 30% en apenas un año; o cuanto menos imitar al gobierno portugués que permitirá la construcción en terrenos rústicos y que relajará otras catalogaciones similares con las que se restringía la oferta de suelo, el gobierno social/comunista de Sánchez se niega por razones ideológicas a afrontar el desequilibrio entre oferta y demanda por la exlusiva vía de incrementar la oferta y de hacerlo además por la vía de la liberalización del terreno urbanizable, de la más eficiente creación de viviendas a cargo de la empresa privada y de una mayor libertad y seguridad jurídica de los contratos de alquiler y venta.

Así las cosas, no será de extrañar que quien persiste en el error siga cosechando los mismos fracasos que ha cosechado Sánchez a la hora de abaratar y facilitar -sin cargo al contribuyente- el acceso de los ciudadanos a la compra o el alquiler de una vivienda. Y si no, al tiempo.

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