Por las redes sociales están proliferando los mensajes con consejos sobre cómo desgravarse los gastos de las mascotas en la declaración de la Renta de 2025. Sin embargo, para disgusto de los propietarios de animales, esto es falso. La ley de Bienestar Animal no supone ningún cambio en este sentido y, por lo tanto, en España, los gastos relacionados con las mascotas no son desgravables en la declaración de la renta.
Esto significa que las facturas de las consultas veterinarias, vacunas, alimentos, juguetes o accesorios no son deducibles en la declaración del IRPF, ni a nivel estatal ni a nivel autonómico (de momento). Sin embargo, existen algunas excepciones aplicables en un caso muy específico: si la mascota forma parte de una actividad profesional.
Los autónomos cuya actividad implique el uso de animales (adiestradores, veterinarios, ganaderos o cuerpos de seguridad privada) pueden deducir los gastos de mantenimiento de estos animales como parte de los gastos de su negocio. Esta deducción se realiza en la declaración trimestral del IVA.
Requisitos para deducir los gastos de los animales
Para poder deducir las cuotas de IVA soportadas, la Agencia Tributaria establece varios requisitos. El primero de ellos, obviamente, es estar dado de alta como autónomo y realizar operaciones que dan derecho a esa deducción (por ejemplo, tener una residencia canina).
En segundo lugar, las cuotas soportadas deben referirse a bienes o servicios que afecten a la actividad empresarial o profesional, es decir, únicamente se pueden deducir los gastos imprescindibles para el desarrollo del negocio.
Según la Agencia Tributaria, también es necesario estar en posesión de la factura o del documento justificativo, que deberá cumplir con los requisitos reglamentariamente establecidos y estar contabilizada en el Libro registro de facturas recibidas.