
Los mercados continúan sumidos en una elevada incertidumbre desde que Donald Trump declarara el catastrófico "Día de la Liberación" anunciando aranceles a cientos de países de todo el mundo. Una de las consecuencias de la deriva arancelaria que ha emprendido el presidente de EEUU está siendo la huida generalizada de los inversores de la deuda del país.
El pánico inversor se evidenció el pasado 6 de abril, cuando las rentabilidades del bono a 10 años se dispararon hasta alcanzar el entorno del 4,5% desde el 3,8% de antes del "Día de la Liberación". Esta situación supone una prueba inequívoca de la desconfianza que están generando las decisiones de Trump en los mercados.
De hecho, este encarecimiento del coste de financiación del Tesoro americano parece que fue uno de los motivos que habrían forzado a Donald Trump a ralentizar, ya el 9 de abril, su plan contra el libre comercio pausando 90 días esos perjudiciales aranceles generalizados.
Tras la tregua de Trump, el precio del bono cayó hasta el 4,31%, pero después ha vuelto a subir, y este lunes ya alcanza el 4,38%, lo que vuelve a evidenciar el descrédito de la deuda estadounidense.

36 billones de deuda
Y es que, condenar al Tesoro a pagar más por su deuda sería justo lo contrario de lo que estaría buscando Trump (que es endeudarse más barato) y supondría una grave amenaza a las finanzas de EEUU.
Hay que tener en cuenta que la deuda pública de EEUU supera los 36 billones de dólares (32,5 billones de euros) de los que 28,9 billones de dólares (26,1 billones de euros) están en poder de inversores.
Los 7,3 billones de dólares (6,6 billones de euros) restantes corresponden a compromisos y obligaciones contraídas por el Gobierno de EEUU con jubilados y otros beneficiarios de prestaciones. Entre los grandes tenedores de bonos estadounidenses, destaca la Reserva Federal, el banco central de EEUU, que posee en torno a 9 billones de dólares (8,1 billones de euros). Los inversores extranjeros controlan en torno a 8,5 billones de dólares (7,7 billones de euros), según datos de Bloomberg.
Por países, el mayor tenedor es Japón, con 1,08 billones de dólares en deuda estadounidense, seguido por China (761.000 millones de dólares) y Reino Unido (740.000 millones de dólares).