El fracaso del impuesto anti-obesidad
A finales de 2011, Dinamarca aprobó un impuesto antiobesidad que aumentó la presión fiscal aprobada sobre determinadas comidas y bebidas. El país escandinavo aplicó esta tasa de 2,14 euros a todo aquel producto con más de un 2,3% de grasas saturadas.
La medida tuvo una gran acogida a nivel internacional, y en España no faltaron los expertos que pidieron al gobierno que imitase el ejemplo danés. Curiosamente, muchas de aquellas voces han enmudecido con el paso del tiempo. ¿Qué pasó con aquel impuesto antiobesidad que tantos elogios había recibido?
Veamos:
- La subida de los precios contribuyó a aupar la inflación hasta el 4,7% alcanzado en 2012.
- Miles de daneses empezaron a viajar a Alemania y Suecia para hacer sus compras.
- Menos del 7% de la población cambió sus hábitos alimenticios.
- Uno de cada diez euros recaudados se perdió en los enormes costes administrativos que supuso poner en marcha este gravamen.
- Las empresas de alimentación del país se vieron obligadas a eliminar más de 1.300 puestos de trabajo.
Ante semejante panorama, el gobierno danés se vio obligado a eliminar este tributo quince meses después de su introducción. Así, aquel impuesto antiobesidad que algunos pusieron como ejemplo fue, en realidad, un rotundo fracaso en todos los aspectos. De tanto intervenir la vida de las personas, los políticos daneses acabaron atragantándose.
Este tipo de coacciones, en plan “ lo ordenamos por tu bien”, siempre obtienen bastante publicidad cuando se ejecutan , pero no cuando se revelan como lo que son una mezcla entre un auténtico fracaso y una tomadura de pelo. En la parte que le toca: Gracias. El afán desmedido por dirigir hasta las más privadas costumbres o gustos personales, es un serio indicador de hacia dónde puede acabar conduciendo lo políticamente correcto. Por otra parte este tipo de iniciativas demuestra de forma clara, la alienación ideológica que sufre la clase política. Que un parlamento elegido por los ciudadanos de un país, apruebe majaderías de semejante calibre, indica varias cosas: 1. Inutilidad y vacuidad intelectual a nivel político. 2. Percepción alterada de la realidad social. 3. Ausencia de preocupaciones serias. 4. Complejo redentorista. Desprecio de la capacidad de elección de los ciudadanos. En fin…..Que pena que con este tipo de noticias no se hagan documentales. Seguiremos con esos que nos ponen en “La Noche Temática” para convencernos de que los ciudadanos no estamos capacitados para tomar nuestras propias decisiones. Saludos.
La pena es que cuando aprueban estas cosas le dan mucho bombo y luego callan cuando se conocen las consecuencias nefastas que tienen sus ideas iluminadas
O peor aun, dirán que dicho impuesto se retiro por presiones del lobby de la industria alimentaria y del lobby de la industria farmacéutica (ya que les estropeaba su mercado de medicamentos anti-colesterol). Y la gente dirá, menudas injusticias… ¡Regulación alimentaria ya!… ¡No podemos poner nuestra salud en manos de las multinacionales!, etc…
de riqueza y tienen consecuencias no previstas por sus promotores en la generación de empleos y en el crecimiento en la inflación, en momentos como este en que familias y empresas requieren la mayor cantidad de recursos posibles
riqueza y tienen consecuencias no previstas por sus promotores en la generación de empleos y en el crecimiento de la inflación, en momentos como este en que familias y empresas requieren la mayor cantidad de recursos posibles