Colabora


Diego Sánchez de la Cruz

El declive económico de Francia

Como destaca esta semana The Economist, pocos países europeos tienen un panorama económico tan preocupante como Francia. Hasta ahora, los excesos de los gobiernos de Grecia, Portugal o España han ocupado los titulares, pero el país galo tiene todas las papeletas para convertirse poco a poco en un gran problema para el viejo continente.

En menos de un mes, Sarkozy se enfrentará a las urnas. Si en 2007 prometía un cambio radical, su gestión de gobierno ha acabado abrazando el anti-capitalismo, el proteccionismo y el populismo fiscal. Su principal oponente, François Hollande, ofrece un cambio más intervencionista aún. Pretende, por ejemplo, expandir los privilegios de una Seguridad Social cada vez más insostenible. También abandera un impuesto del 75% a las rentas altas.

A la izquierda, el partido de Jean-Luc Mélenchon pide una subida del salario mínimo equivalente al 20% y un tope salarial nacional de 360,000€ euros. Y a la derecha, Marine Le Pen repudia el liberalismo y el capitalismo mientras propone más nacionalismo económico. En el centro del espectro político, François Bayrou tampoco ofrece ningún cambio de paradigma.

Francia no ha tenido un presupuesto equilibrado desde el año 1974. Su deuda pública oficial es el 90% del PIB, aunque esta cifra es muy superior si consideramos ciertos aspectos no incorporados a la estadística en cuestión. El gasto público está ya llegando al 57%, y las obligaciones del “Estado del Bienestar” no paran de multiplicarse. El sector financiero enfrenta graves debilidades, el desempleo no cae por debajo del 7% desde hace tres décadas y la falta de oportunidades empieza a crear zonas de exclusión social en las afueras de las grandes ciudades.

Estas preocupaciones, subrayadas por el semanario The Economist, explican que se esté desarrollando una “campaña testimonial” en internet basada en la figura del gran liberal francés del siglo XIX, Frédéric Bastiat. Con el nombre de “Bastiat 2012” se están coordinando todo tipo de acciones dispuestas a concienciar a los votantes galos del callejón sin salida en el que están metidos. Se trata, por lo tanto, de un esfuerzo por recuperar un mínimo discurso liberal en un país cada vez más socialista e intervencionista.

En cualquier caso, el alcance de este tipo de iniciativas es muy limitado. Mientras tanto, Francia tiene hoy un coste laboral por hora superior en un 10% al vecino alemán. En comparación, esta diferencia era favorable a Francia por un 8% hace apenas doce años. Siguiendo con las comparaciones, la plantilla de funcionarios es casi dos veces más grande (en términos proporcionales) en Francia que en Alemania.

Las advertencias de excelentes analistas como Nicolas Baverez o Guy Sorman están cayendo en saco roto. Francia parece empeñada en experimentar una lenta agonía económica que acabará manifestándose bruscamente el día que los galos se despierten y sean conscientes de que necesitan corregir urgentemente los excesos intervencionistas de las últimas décadas. Y ese despertar nunca es agradable. Mientras tanto, el sueño estatista de Sarkozy y Hollande seguirá volando alto, y el número de franceses que desconfía del capitalismo seguirá rondando el 70%.

Lo más popular

  1. Begoña Gómez ofreció en Ghana apoyo y colaboración a proyectos de género un año antes de firmarlos Sánchez
  2. Vídeo: Lo que no se vio detrás de las cámaras del especial 'Es la Mañana de Federico' en Palma
  3. Vídeo: De la exaltada Montero a militantes muy llamativos: los momentos más locos de la concentración en Ferraz
  4. Pablo Iglesias rabia ante el éxito de Jiménez Losantos en La2: "No se debería permitir en TVE"
  5. El milagro de Milei: logra el tercer superávit consecutivo en Argentina

Ver los comentarios Ocultar los comentarios

Portada

Suscríbete a nuestro boletín diario