Esta serie repasa las relaciones personales de F. A. Hayek y Milton Friedman con Margaret Thatcher. Hasta ahora se han publicado las siguientes entregas:

- Prólogo. Reflexiones sobre el legado de la Dama de Hierro. Incluye artículo de Mario Vargas Llosa. 
- Introducción/Parte 1. Presentación de la serie. 
- Parte 2. Influencia de Hayek en la candidatura de gobierno de Thatcher. 
- Parte 3. Hayek, en defensa del gobierno tory.

Ahora llega el momento de abordar el rol que jugaron los think tanks británicos en el gobierno de Thatcher. Estudiaremos la importancia del Institute of Economic Affairs y del Centre for Policy Studies. Analizaremos las “tensiones” entre liberales hayekianos y friedmanitas e intepretaremos la influencia de todas estas corrientes en el Ejecutivo.

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En las anteriores entregas hemos visto que Friedrich Hayek canalizó buena parte de su trabajo intelectual en Reino Unido a través del Institute of Economic Affairs (IEA). Sin embargo, a la hora de analizar la base intelectual del thatcherismo no podemos olvidarnos de otro think tank británico centrado en las ideas del laissez faire. Hablamos del Centre for Policy Studies (CPS), una organización que vio la luz en 1974 y que hoy sigue gozando de buena salud bajo la presidencia del Barón Saatchi, gurú de la comunicación política de los tories durante muchos años.

Bajo la coordinación de Sir Keith Joseph, el CPS promovió activamente el monetarismo, acercando las teorías de Milton Friedman al debate público británico. Esto abrió más aún el abanico de influencias liberales que rodeaba al gobierno conservador.

Por si no fuese suficiente, en 1977 nació el Adam Smith Institute (ASI), fundado también mientras la Dama de Hierro empezaba a perfilarse como la lideresa de los tories de cara a las Generales de 1979. Encontramos, por lo tanto, tres think tanks dedicados a promover el capitalismo en la órbita intelectual del thatcherismo. Sobra decir que esto permitió articular las diferentes corrientes liberales de mejor manera.

En este contexto, Hayek quedó alineado de la mano del IEA. Como hemos señalado ya en esta serie, el austriaco mantenía una estrecha relación de colaboración con este instituto. Así, el IEA se convirtió en la roca filosófica del nuevo conservadurismo liberal, ocupando un rol central a la hora de analizar los fundamentos morales de las políticas impulsadas por Thatcher.

Si Hayek quedó ligado al IEA y gozó de mayor influencia en el plano filosófico, el peso de las ideas de Milton Friedman se canalizó a través del CPS. Las recomendaciones de política monetaria de la Escuela de Chicago tuvieron un seguimiento bastante significativo durante los años de Thatcher.

Esta “tensión” intelectual entre hayekianos y friedmanitas jamás originó un enfrentamiento entre las diferentes corrientes liberales que influían en el gobierno. Una buena razón para que esto no se produjese era la excelente relación personal que mantenían Hayek y Friedman desde hacía décadas. No en vano, ambos fueron socios fundadores de la Mont Pelerin Society.

Sobre este punto, es importante rescatar una carta en la que Hayek trata las diferencias intelectuales entre la Escuela Austriaca y la Escuela de Chicago. La misiva data de 1985 y estaba dirigida a Arthur Seldon, co-director del IEA:

“Sin duda considero que abandonar todo el sinsentido macroeconómico es muy importante, pero para mi este es un asunto muy delicado, y desde hace tiempo he evitado expresar mis opiniones sobre este punto de manera enérgica. La fuente de esta dificultad es el peligro constante de que la Mont Pelerin Society podría dividirse en dos alas: una Friedmanita y una Hayekiana. En cualquier caso, me hubiera gustado poder dedicar más tiempo a un análisis crítico de la Economía Positiva de Friedman, aunque esta no es mi única asignatura pendiente: también me hubiese gustado dedicarle más tiempo a la Teoría General de Keynes, como en su día hice con sus Tratados”

El thatcherismo se enfrentó al reto de conjugar estas diferencias entre hayekianos y friedmanitas. Podría decirse que Hayek gozó de más influencia que Friedman en términos de filosofía política. Las bases morales del conservadurismo liberal británico eran las de obras como Camino de servidumbre. Por otro lado, Friedman era el economista de cámara, asesorando al Ejecutivo en la ejecución concreta de las políticas de privatización, liberalización y desregulación que Thatcher promovía dentro de su agenda de capitalismo popular.

Aquella sociedad de propietarios impulsada por Thatcher no responde, por lo tanto, a una única corriente liberal. Es por esto que podemos entender el thatcherismo como la integración del trabajo de tres think tanks clave (IEA, CPS y ASI) y dos asesores de primerísimo nivel (Hayek y Friedman).

La siguiente entrega de la serie analizará la relación personal entre Hayek y la Primera Ministra durante la primera mitad de los años 80. A continuación llegarán los capítulos dedicados al peso de Friedman en la Administración Thatcher. Por último, el último número de la colección hará una valoración general de todos los capítulos anteriores, cerrando así la serie.