Según los últimos datos disponibles, el actual avión presidencial supone un gasto $181,757 dólares cada hora. Si tenemos en cuenta que el vuelo directo de Washington D.C. a Hawaii supone nueve horas de desplazamiento, estamos hablando de un coste de $1,635,800 en concepto de ida. Sumando el viaje de regreso, la factura del Air Force One supera los $3,271,600 dólares.
A esta cantidad tenemos que sumirle un gasto adicional de $280,000 dólares, derivado de un vuelo paralelo en el que una nave USAF C-17 transportará diferentes vehículos para el Presidente, incluyendo una limusina. Además, como Michelle Obama ha decidido adelantar su salida a Hawaii y viajar con sus dos hijas antes de que lo haga su marido, la factura del viaje aumentará en otros $100,000 dólares.
Por suerte para los contribuyentes, los Obama se van a pagar su estancia en una residencia costera… sin embargo, la necesidad de acomodar a los técnicos de seguridad que acompañan al presidente supondrá unos $1,200 dólares diarios, lo que se traduce en $151,200 dólares, pagados de nuevo con dinero público. Del mismo modo, 24 miembros del equipo comunicación y asesoría de la Casa Blanca también serán desplazados hasta Hawaii, donde se hospedarán en un lujoso hotel con un coste de $260,000 dólares. Adicionalmente, los residentes de Oahu también se verán obligados a pagar $260,000 dólares en diversos capítulos de “gasto adicional” que supondrá la visita para el consistorio hawaiano.
Hasta ahora, la Casa Blanca ha evitado pronunciarse sobre estas informaciones. Sin embargo, el Ejecutivo ha enviado recientemente una circular a diferentes entes gubernamentales exigiendo un menor gasto en concepto de “desplazamientos”.
No es la primera vez que los viajes del Presidente Obama suponen una factura importante para los contribuyentes estadounidenses. En agosto de 2011, el sucesor de George W. Bush comenzó una “gira oficial” que muchos analistas identificaron como una campaña electoral encubierta. El tour se desarrolló a bordo de un autobus pagado con dinero público. ¿La factura? $1,1 millones de dólares.
