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España registra la destrucción laboral "más brutal" de su historia

Se han perdido 256.000 empleos hasta marzo, la cuarta peor cifra de la historia. España ha destruido el 11,5% de su fuerza laboral desde 2007.

España no sólo ha alcanzado un nuevo récord absoluto de paro, con casi 5 millones de desempleados en el primer trimestre de 2011 (tasa del 21,3%), sino que además está sufriendo la mayor destrucción laboral de su historia.

Según la Encuesta de Población Activa (EPA), entre el pasado enero y marzo desaparecieron 256.000 empleos respecto al último trimestre de 2010, la tercera peor cifra de la crisis, tras los 766.000 del primer trimestre de 2009 y los 489.000 del cuarto trimestre de 2008. De este modo, la destrucción laboral se ha acelerado respecto a 2010, pese a los 14 trimestres consecutivos de crisis.

En cifras absolutas, es el cuarto peor trimestre de la historia, mientras que en cifras relativas es la sexta peor cifra de la historia, al menos desde que comenzó a elaborarse la EPA (1976), tal y como muestra el siguiente cuadro, elaborado por Samuel Bentolila y Luis Garicano, miembros de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea).

Asimismo, desde una perspectiva histórica se observa que la actual crisis está destruyendo empleo al mayor ritmo de la historia de España desde que existen registros oficiales. En concreto, en la recesión de 1976 se tardaron 35 trimestres (105 meses) en alcanzar el mínimo de empleo, destruyéndose así el 14,3% del nivel inicial de ocupación; en la recesión de 1991 la destrucción laboral terminó en 10 trimestres, tras desaparecer el 7,9% de los puestos de trabajo; sin embargo, la crisis de 2007 muestra que, tras 14 trimestres, la destrucción laboral acumulada es ya del 11,5% respecto al nivel máximo de empleo de la etapa previa.

"El gráfico muestra que estamos sufriendo la velocidad de destrucción de empleo más brutal de la historia de la democracia [...] Esta velocidad de destrucción de empleo es insólita", indica Garicano. En el tercer trimestre de 2007, el número total de ocupados ascendía a 20,51 millones de personas, según la EPA, desplomándose hasta los 18,15 millones en el primer trimestre de 2011. Es decir, la actual crisis ha destruido ya algo menos de 2,4 millones de puestos de trabajo.

Esta pérdida de trabajo ha afectado, en general, a todos los segmentos de población, pero destaca especialmente la situación de los jóvenes, Así, tal y como señala Rafael Pampillón, profesor del Instituto de Empresa (IE), los ocupados en el colectivo de edad de 25 a 29 años ha caído en 85.000 personas en el primer trimestre de 2011, y en cerca de 71.000 entre los que tienen 30 y 34 años.

Pero la destrucción laboral entre los jóvenes es mucho más dramática si se analizan estos casi 3 años y medio de crisis: "En 2007, España ocupaba a 5 millones de personas entre los 16 y 29 años y en el primer trimestre de 2011 la ocupación era solamente de 3 millones; se ha producido, por tanto, una caída de 2 millones".

Según Pampillón, la destrucción de empleo juvenil es el resultado de la "explosiva combinación de sistema educativo ineficiente, falta de libertad en la negociación colectiva, salario mínimo alto, al menos para los jóvenes, elevadas cotizaciones a la Seguridad Social y aumento en las dificultades en la contratación eventual".

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