Las conversaciones sobre la negociación colectiva entre patronal y sindicatos ya han producido un pacto. No es que CEOE, UGT y CCOO se hayan puesto de acuerdo sobre cómo será la nueva legislación laboral en España en lo que hace referencia a los convenios colectivos. Simplemente, este martes, han anunciado que han pactado que deben seguir buscando un pacto. Hace más de tres meses ya presentaron un acuerdo social, con foto y un bonito logotipo, que se firmó en Moncloa y se suponía que daría lugar a rápidos acuerdos sobre los temas de fondo. Sin embargo, no parece que ninguna de las partes tenga prisa.
Desde enero, se hable de la inminencia de un texto definitivo que valga a unos y otros. Sin embargo, han pasado más de cinco meses y todo sigue igual. La negociación colectiva, el elemento que más rigidez impone al mercado laboral español y que más expertos han pedido que se modifique, todavía no tiene una solución. Los agentes sociales siguen mareando la perdiz (quizás porque es una cuestión que a ellos les beneficia, porque mantiene el control sindical sobre todo el mercado laboral). Mientras, el Gobierno se mantiene mirando al tendido. Y los cinco millones de parados se colocan cada día en la cola de su oficina del INEM, esperando un empleo que no llega.
En un comunicado conjunto, CEOE, UGT y CCOO no han sido capaces de precisar ni siquiera cuándo van a volver a reunirse ni durante cuánto tiempo piensan hacerlo.
Esta decisión la han tomado esta mañana el presidente de la CEOE, Juan Rosell, y su secretario general, José María Lacasa; y los secretarios generales de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, y de UGT, Cándido Méndez, quienes han vuelto a reunirse tras la celebración de las elecciones autonómicas y locales del domingo pasado.
La reunión de esta semana se preveía definitiva para ver si era factible o no el acuerdo, después de que la semana pasada el Comité Ejecutivo de la CEOE dijera a Rosell que debía presionar más en la negociación con los sindicatos para evitar que la reforma se quede en algo "insustancial", informa Efe.
Todo apuntaba a que Rosell iba a comunicar a Méndez y Toxo la decisión final de la patronal, ya que mañana tiene convocados a sus órganos de dirección: el Comité Ejecutivo (a las 9:00 horas) y la Junta Directiva (a las 11:30 horas). Sin embargo, las partes se han decantado por darle más tiempo a la negociación.
Valeriano Gómez sigue esperando
Por su parte, el Gobierno sigue esperando que llegue ese acuerdo sin tomar ninguna medida. Este mismo martes, el ministro de Trabajo no ha comentado nada sobre la falta de acuerdo en las negociaciones. Valeriano Gómez simplemente ha avanzado que si el Gobierno se viese obligado a legislar sobre negociación colectiva, al no haber finalmente acuerdo entre los agentes sociales, no permitirá que los convenios decaigan en caso cuando haya un bloqueo en las negociaciones para su renovación, como pretende la CEOE.
En respuesta a una pregunta de CiU en el Senado, Gómez aseguró enérgico que, en sustitución de la actual ultractividad de los convenios, "no puede solucionarse pura y llanamente (un bloqueo en la negociación) haciéndolo decaer" y aseguró que "siempre y en todo momento tiene que haber cobertura" para los trabajadores. En todo caso, apostó por que, en el caso de que las partes no se pongan de acuerdo, entren en funcionamiento mecanismos de arbitraje "rápidos y eficientes", algo en lo que cree que existen "avances importantes" en las negociaciones entre patronal y sindicatos. Además, Gómez afirmó que otros de los "principios" que inspirarán al Gobierno si tiene que legislar y en los que también constató un principio de acuerdo son los de dar más peso a los convenios sectoriales y de empresa y la "eliminación" de los provinciales.
Asimismo, apostó por incrementar la "flexibilidad interna" de las empresas "primando el acuerdo", y en su defecto la mediación y arbitraje, el gran objeto de la política laboral, de forma que se modifiquen más fácilmente las condiciones de trabajo.